El esplai Lluís Maria Chanut, vinculado a la Comunidad Cristiana Sant Pere Claver del Clot, celebra 20 años de acción educativa continuada en el barrio de Sant Roc, en Badalona. Este es el período más largo que el centro ha estado activo en un mismo territorio, teniendo en cuenta que nació con vocación itinerante para atender barrios en situación de vulnerabilidad. Para conmemorar estas dos décadas al servicio del barrio, el esplai aprovechó la Fira del Infant, organizada anualmente por el Ateneu de Sant Roc, para reencontrarse con antiguos monitores y monitoras, y celebrar la efeméride con los niños, niñas y jóvenes actuales.
"Las familias de Sant Roc nos siguen acogiendo y continúan confiando en nosotros"
A lo largo de su historia, desde 1986, el esplai ha pasado por los barrios de Ciutat Vella, Vallbona, en Barcelona, el Gorg de Badalona y, desde 2005, en el barrio de Sant Roc, también en Badalona. “Veinte años es el máximo de tiempo que hemos estado en un mismo lugar”, explica la responsable del Centro de Esplai Lluís Maria Chanut, Maria Pujol. Por esta excepcionalidad, se trata de una celebración importante para la entidad. Por un lado, “significa que el barrio aún necesita ofrecer este espacio de ocio a los niños y niñas”; pero también es una buena señal porque “las familias de Sant Roc nos siguen acogiendo y continúan confiando en nosotros”, asegura Maria.
"Hemos ayudado a reivindicar los derechos de la infancia del barrio"
Durante estos años, el Chanut ha sido mucho más que un lugar donde los niños y jóvenes hacen actividades. Siguiendo su voluntad de mejorar el territorio donde realiza la acción educativa, el esplai de la Comunidad del Clot ha contribuido a transformar el barrio y a tejer vínculos entre niños, familias y entidades sociales. Así lo explica Flor, monitora del centro de esplai: “Hemos ayudado a reivindicar los derechos de la infancia del barrio, ofreciéndoles un espacio seguro donde crecer”. Clàudia, otra de las monitoras del centro que también fue niña del esplai, lo tiene claro: “El Esplai Chanut ha ayudado a transformar el barrio”.
Y es que, en Sant Roc, el Chanut ha trabajado para generar cohesión social, red entre entidades y un sentimiento de pertenencia entre generaciones del barrio. Por eso, algunos no se imaginan Sant Roc sin él: “Sin el esplai, el barrio sería aburrido y habría muchos niños en la calle”, dicen niños y niñas del propio esplai.
Aunque algunos de los monitores y monitoras del centro han crecido en el barrio de Sant Roc, el futuro del esplai está abierto, ya que la entidad mantiene su característica itinerante. Eso sí, el deseo del equipo educativo es claro: “Me gustaría imaginarme el proyecto con recorrido para 20 años más aquí o en otro barrio, donde haga falta”.
