El año siempre tiene festividades especiales, y para muchos el día de San Pedro Claver es una fiesta que convoca fraternidad. Este pasado viernes 9 de septiembre volvimos a la normalidad después de la pandemia y de un 2021 celebrando excepcionalmente los 500 años de la conversión de San Ignacio. Este año la festejamos como lo hacemos tradicionalmente, con el oficio de las 11h en la Parroquia de Santa María de Verdú.
Se reunieron allí feligreses de la parroquia, autoridades, curas diocesanos y jesuitas, en una ceremonia presidida por Roger Torres sj, en la que animó a reavivar la esperanza desde el Evangelio y a aprender de San Pedro Claver en el cuidado unos de otros, un aprendizaje que la pandemia ya ha subrayado como importante.
La celebración fue animada por el Coro de Hombres y Jóvenes de la Parroquia y, terminada la misa, el sacerdote Joan Viladot, párroco de Verdú, dirigió unas palabras a la comunidad, en las que invitó a la asamblea a compartir la fiesta del próximo sábado 17 de septiembre, en la que tendrá lugar la ordenación presbiteral del jesuita Joan Morera.
Mientras se cantaban los gozos del Santo, la reliquia se trasladó en procesión al Santuario, y allí se veneró. Tras la bendición final, la Plaza Mayor se fue llenando de gente, y las sardanas animaron la fiesta.
Los curas diocesanos y los jesuitas venidos de diferentes puntos de la geografía catalana se encontraron en una comida fraternal juntos, tradicional en la efeméride, donde se compartió mucho agradecimiento y vida cotidiana. En medio de esta comunión, quedó en todos el deseo de seguir trabajando por las personas que hoy también viven el yugo de la esclavitud (de la crisis económica, la migración forzada, la droga, la guerra, el abuso, la enfermedad , la soledad...), haciéndonos como él «esclavos de los esclavos» modernos.
Coincidiendo con esta festividad, la Asociación de Amigos de Sant Pere Claver publica su boletín anual que puede descargar aquí.