Nos quedamos en casa

Nos quedamos en casa, pero la actividad no se detiene. El coronavirus nos obliga a poner distancia entre nosotros, pero también nos ha hecho más evidente que nunca la necesidad de estar conectados, de compartir, de cuidar unos de otros.

Es por ello que durante estos primeros días de confinamiento, desde nuestros centros e instituciones se van creando y poniendo en marcha iniciativas para ayudar, con las limitaciones que tenemos, a mantener una cierta cotidianidad, a ser más conscientes del momento que vivimos, a tener presentes y seguir al lado de las personas más vulnerables o a acompañar momentos de oración y interioridad. Trataremos de iros acercando a estas iniciativas desde esta misma página web y nuestros perfiles en facebook y twitter.

Desde la Cueva San Ignacio de Manresa, el jesuita y colaborador de Pregaria.Cat, David Guindulain, nos hace notar que "hoy se nos pide, que vayamos más allá de lo que entendíamos con la palabra nosotros. Resulta paradójico pero, para ganar entre todos a la pandemia, conviene que nos distanciamos unos de otros,... Estábamos viviendo en una confusión aglomerada, pero ahora urge el aislamiento respetuoso". Por ello, nos dice, "de repente el nuestro de la oración que nos enseñó el mismo Jesús, puede tomar un nuevo sentido. Este nosotros que tenemos el mismo Padre, son aquellos tan vulnerables como yo".

Nos sugiere que en la distancia de estos días veamos una oportunidad de hacernos más conscientes. "Conscientes, en primer lugar, que el encuentro más cariñoso pasa por la distancia saludable. Conscientes, también, que esta desaceleración nos posibilita prestar atención a las cosas más sencillas, a las personas más cercanas y, lo que es más importante, a la propia interioridad, que quizás no visitábamos hacía tiempo".