La Sagrada Família ha acogido este sábado 12 de marzo la celebración de una Eucaristía muy especial para la Compañía de Jesús en Cataluña. En el marco del Año Ignaciano, que conmemora el 500 aniversario de la conversión de Ignacio y su estancia en Manresa, y coincidiendo también con el 400 aniversario de su canonización, unas 2.500 personas han compartido una celebración emotiva, vivida y comprometida. La Eucaristía ha estado presidida por el Arzobispo de Barcelona, el Cardenal Joan Josep Omella y concelebrada por varios sacerdotes, entre ellos los superiores de diversas congregaciones religiosos, así como religiosos jesuitas. También ha asistido la directora general de asuntos religiosos, Yvonne Griley.
La emoción la ha puesto sobre todo el coro participativo, dirigido por el delegado de los jesuitas en Cataluña, el P. Enric Puiggròs SJ y formado por 500 voluntarios y voluntarias, al que se han sumado un centenar de voces más, del coro de jóvenes. Personas vinculadas a los Jesuitas de Cataluña ya sus instituciones. Voces que han permitido mostrar y sentir la complicidad entre una comunidad de personas, que es diversa pero comparte un vínculo que nace precisamente de la experiencia que Ignacio de Loyola vivió hace 500 años en Manresa.
Justamente esta experiencia ha centrado la homilía del P. Josep M. Rambla, jesuita, que ha recordado como a Ignacio, junto al río Cardener, le invadió una "gran claridad" que le hace ver todas las cosas nuevas. Una nueva mirada de Ignacio en el mundo de la que el P. Rambla ha destacado cuatro aspectos que nos interpelan con fuerza hoy. Es una mirada lúcida, que nos invita a ver las cosas tal y como son, en toda su complejidad y sin modificar pulir o recortar lo que nos da miedo. Es crítica, y proyecta una mirada crítica a las cosas. Es liberadora, y le lleva a salir hacia el mundo, “viviendo a fondo en el presente y siempre abierto a lo inédito y al futuro para ayudar y para servir”. Y finalmente, es una mirada en Cristo, ya que "el Cristo pobre y humilde del evangelio fue la clave y el fundamento de las decisiones de Ignacio", ha destacado Josep M. Rambla.
La celebración de hoy ha tenido lugar en todo el mundo, en los diversos lugares donde se encuentra presente la Compañía de Jesús, como ha explicado el P. Enric Puig SJ al inicio, y ha agradecido la acogida de la Sagrada Familia, espacio de referencia cultural y espiritual.
Un momento muy especial ha sido el envío y bendición de los peregrinos que a partir del domingo 13 de marzo emprenden el Camino Ignaciano, desde Loyola hasta Manresa, una peregrinación que tiene una vertiente solidaria ya que servirá también para hacer visible la labor de las entidades sociales de los Jesuitas en Cataluña.
La celebración ha acabado con las palabras de agradecimiento de M. Carmen de la Fuente que ha recordado que el proceso de conversión de Ignacio de Loyola "todavía es luz para nosotros y para tantas personas en todo el mundo" y ha querido poner en valor los testimonios de “jesuitas, religiosas, laicas y laicos que a lo largo de estos 500 años han transmitido, con su forma de vivir, una forma de mirar la realidad y una pasión por la fe y la justicia que ha llegado hasta a nosotros”.
Por su parte, el Cardenal Juan José Omella ha felicitado a la Compañía de Jesús y le ha agradecido, en nombre de la diócesis, la labor que realiza.
El vídeo de la celebración se puede ver aquí.
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