En la muerte del papa Francisco

El mundo se despide del papa Francisco, que ha fallecido hoy, lunes de Pascua. Su muerte marca el final de un pontificado que ha dejado una huella profunda en la Iglesia y en el mundo. Jorge Mario Bergoglio, nacido en Buenos Aires en el año 1936, ha sido el primer Papa jesuita de la historia de la Iglesia.

En nombre de la Compañía de Jesús en España, el Superior Provincial de los Jesuitas, Enric Puiggròs SJ, ha expresado  la profunda gratitud por la vida y misión del papa Francisco. En su comunicado, destaca que de Francisco de Asís, el santo de quien tomó el nombre, el Papa ha visibilizado la pobreza y la preocupación por la Creación, y de Ignacio de Loyola, el santo fundador de la Compañía de Jesús, el discernimiento como camino para buscar la voluntad de Dios. El máximo responsable de los Jesuitas en España también ha querido recordar las palabras que el papa Francisco dirigió a la Congregación General 36 de la Compañía de Jesús, cuando animó a los compañeros jesuitas a dejarse conmover por el Señor puesto en la cruz. Palabras que hoy quedan como horizonte que debe seguir guiando nuestra misión y como un legado precioso que queremos mantener, dice Puiggròs.

Desde Barcelona, el delegado de los Jesuitas en Cataluña, Pau Vidal SJ, ha reaccionado a la muerte del papa Francisco y ha valorado su pontificado con estas palabras:

“El liderazgo carismático del papa Francisco ha sido profundamente inspirador y transformador para la Iglesia. En un tiempo mundial convulso, marcado por grandes cambios, ha sido una voz moral y espiritual de primer orden, que ha conseguido traspasar las fronteras eclesiales y convertirse en un referente global. Cualquier persona comprometida con el bien común, la justicia y la espiritualidad ha podido sentirse inspirada por él. A lo largo de su pontificado ha insistido, con gestos, palabras y acciones, en la importancia fundamental del mensaje de Jesús de Nazaret. Ha situado a los pobres en el centro. Ha reclamado poner a Dios en el corazón de toda iniciativa.

De las muchas acciones que se pueden destacar de su pontificado, resalto tres. Primero, la visita a Lampedusa en 2013, la primera que realizó como Papa, con la intención de despertar conciencias ante la indiferencia por la dramática muerte en el Mediterráneo de nuestros hermanos y hermanas, reivindicando así la dignidad inalienable de todo hombre y mujer, hijo e hija de Dios. Segundo, el retiro ofrecido a los líderes políticos de Sudán del Sur, donde hizo el gesto profético de ponerse a sus pies para implorarles que detuvieran la guerra fratricida, seguido de una visita y peregrinación ecuménica por la paz, compartida con los líderes de otras confesiones cristianas. Por último, su voluntad de cambiar la cultura organizacional de la Iglesia, denunciando los abusos de todo tipo, poniendo en el centro la escucha del Espíritu Santo, a través del discernimiento y la conversación espiritual, proponiendo el camino sinodal.

Cuando Francisco empezaba su pontificado, nos preguntábamos qué haría este jesuita que venía desde Argentina. Ahora nos damos cuenta de que ha abierto puertas y ventanas, y ha ayudado a renovar y reformar la Iglesia. Deseamos que el nuevo Papa continúe profundizando en estos caminos iniciados”.

El próximo miércoles 23 de abril a las 19.30 en la Iglesia del Sagrado Corazón de Barcelona (Jesuitas de la calle Casp) tendrá lugar una misa de acción de gracias por el pontificado del papa Francisco.