Este domingo 31 de julio ha tenido lugar la clausura del Año Ignaciano, con el que la Compañía de Jesús ha conmemorado desde el pasado 20 de mayo de 2021, el 500 aniversario de la herida y conversión de Ignacio de Loyola. En la Basílica de Loyola, en Guipúzcoa, el P. Arturo Sosa SJ ha participado en la Eucaristía de clausura, pero también Manresa ha sido uno de los escenarios importantes de este día de San Ignacio.
En el Santuario de la Cova, el obispo de Vic, Mons. Romà Casanova, ha cerrado la Puerta del Jubileo, con motivo de la clausura del Año Ignaciano. Sin embargo, en Manresa las actividades que recuerdan la estancia de Ignacio de Loyola en la ciudad seguirán todavía durante todo este año, en el marco de la iniciativa Manresa 2022.
Acto seguido y ya en la Seu de Manresa se ha celebrado la Eucaristía solemne, presidida por el obispo de Vic y concelebrada por el delegado de los jesuitas en Cataluña Enric Puiggròs SJ, el superior de los jesuitas en Manresa, David Guindulain SJ y el párroco de la Basílica de Santa María de la Seu, Mn. Juan Hakolimana, junto con otros jesuitas y sacerdotes.
El obispo Romà Casanova ha dedicado su homilía a recordar la experiencia que Ignacio de Loyola vivió en Manresa y cómo hacer memoria de ella es una oportunidad de acercarnos a Dios. Repasando algunos de los episodios de la estancia del santo en la ciudad, Mons. Casanova ha destacado que fue el inicio de una etapa fundamental por lo que Dios obró en él. Llegando a Manresa vestido de pobre,... su testimonio, ha dicho el obispo de Vic, nos invita a desprendernos de nuestro ego para confiar en el Señor tal y como Ignacio lo experimentó, a pesar de las dificultades, porque éste no es un camino fácil.
Al final de la Eucaristía también ha intervenido el P. Lluís Magriñà SJ, que ha dirigido unas palabras de despedida como director del Centro de Espiritualidad de la Cueva de San Ignacio y superior de los jesuitas en Manresa. Magriñà ha sido uno de los impulsores de la conmemoración del 500 aniversario de la estancia de Ignacio en Manresa.
En su despedida, el P. Magriñà ha recordado cómo fue precisamente en Manresa haciendo un retiro que inició el camino que le llevó a entrar en la Compañía de Jesús. De su etapa de más de siete años en Manresa ha querido destacar sobre todo el entendimiento entre la Cova y la ciudad, y todo el trabajo que se ha realizado en torno a la celebración del 500 aniversario. Se ha mostrado muy agradecido por la acogida que ha encontrado en Manresa, donde ha dicho que se ha sentido y se siente como en casa.
El alcalde Manresa, Marc Aloy y la directora general de Asuntos Religiosos de la Generalitat, Yvonne Griley, han asistido a la celebración, junto a otras autoridades.
La celebración del Año Ignaciano, que ha realizado la Compañía de Jesús en todo el mundo, ha sido especialmente significativa en Cataluña, por la vinculación de Ignacio de Loyola a Manresa, Montserrat y Barcelona.
Tras la herida en Pamplona y de la recuperación en Loyola, Ignacio decide ponerse en camino y peregrina de Loyola a Manresa, recorrido que ha dado lugar al Camino Ignaciano. Llega a Montserrat el 21 de marzo de 1522, donde deja la espada a los pies de la Virgen de Montserrat y sustituye el traje de caballero por una tela de saco, símbolo del peregrino. El 25 de marzo llega a Manresa donde tendrá que quedarse cerca de un año y vive una profunda experiencia espiritual que le transforma para siempre.
Desde mayo de 2021 desde la Compañía de Jesús en Cataluña hemos acompañado este itinerario de Ignacio con múltiples iniciativas de carácter celebrativo, cultural, académico o espiritual. Cabe destacar celebración del 12 de marzo en la Sagrada Familia.
En Manresa los actos se alargarán todavía durante todo el año 2022, en el marco del programa Manresa 2022 y destacando la celebración el próximo mes de noviembre del Foro Internacional de Espiritualidad Cruïlla de Camins.