“El diálogo fe y ciencia ya no es problemático”: IQS acoge las jornadas "Ciencia y espiritualidad, hoy"

Son campos diferentes y autónomos. Pero ciencia y fe "deben mantener el diálogo porque es enriquecedor para las dos partes, que se iluminan mutuamente". Así lo defiende Albert Florensa, que es miembro de la Cátedra de Ética y de Pensamiento Cristiano del Institut Químic de Sarrià (IQS).
 
En esta línea, los días 1 y 7 de junio el IQS acoge unas jornadas bajo el título 'Ciencia y espiritualidad, hoy'. La propuesta la hace la asociación de antiguos alumnos del Institut Químic de Sarrià. En concreto, la promoción del año 68 que, según Florensa, "es una promoción muy activa con una gran vida cultural".
 
Como Cátedra ven que "el diálogo fe y ciencia ya no es problemático". "Ahora la pregunta clave es la técnica; estamos estudiando mucho es como la técnica afecta a los seres humanos y nuestras sociedades".
 
Según Florensa, cada descubrimiento que hace la neurociencia remueve creencias. "La ciencia camina, la teología camina y mutuamente se hacen mucho bien. Por eso es un diálogo que no acabará nunca". Cree que ya ha terminado el enfrentamiento y que ahora "continúa un diálogo que debe ser mantenido y profundizado".
 
'Ciencia y espiritualidad, hoy'
 
Este diálogo "es un diálogo académico y es una lástima que no llegue más a pie de calle". Lo explica Florensa recordando como "algunos alumnos llegan a clase pensando que ciencia y fe son lenguajes completamente antitéticos e incompatibles".
 
El acto de los días 1 y 7 de junio contará con una presentación del jesuita Enric Puig, presidente del patronato del IQS. El núcleo de la jornada será la intervención del biólogo y escolapio Ramon Maria Nogués, que ha trabajado la relación entre cerebro y trascendencia, el próximo 1 de junio a las seis y media de la tarde; y del físico y poeta David Jou, el día 7 de junio.
 
Después de cada intervención, se ha previsto una mesa redonda con los ponentes, coordinada por el mismo Albert Florensa y por Ferran Relea, de la promoción del '68 de la AIQS. El acto finalizará con un diálogo abierto al público.
 
Ciencia y fe en el ADN del IQS
 
La cátedra nació el curso 1999-2000. Llevan diecisiete años en el Instituto Químico de Sarriá. Florensa considera que "la vida de la Cátedra en el IQS está absolutamente normalizada". Y explica como "alumnos y profesores entienden perfectamente que la reflexión sobre el humanismo y la ciencia son compatibles".
 
Una muestra de su vitalidad es también el libro que José Soles y Albert Florensa acaban de publicar en el marco de la Cátedra: Ética de la investigación científica. La ha editado Desclée de Brouwer y es una reflexión útil para estudiantes universitarios, investigadores y profesorado, tanto de ciencias sociales como de ciencias naturales.
 
Si buscamos "el sentido primigenio" de este diálogo ciencia y fe en el marco del IQS, encontramos la semilla fundacional de los jesuitas. Tenían un objetivo muy claro: "Demostrar a la sociedad de comienzos del siglo XX, que se podían compatibilizar completamente la fe y la razón". En 1905 el jesuita Eduard Vitoria funda en Roquetes, en el Baix Ebre, el Laboratorio Químico del Ebro. Un centro que en 1916 se traslada a Sarrià, en Barcelona, adoptando el nombre actual.
 
Florensa recuerda que "en aquellos momentos el diálogo no era tan claro". En un contexto darvinista, "la gente decía 'si Dios hizo a Adán y Eva como es que ahora resulta que venimos del mono'? Pues no, las dos cosas son verdad porque estamos en planos diferentes". Para consolidar esta idea "los jesuitas decidieron formar científicos muy potentes que demostraran que no había incompatibilidad". Por ello se pregunta: "¿Qué mejor manera de demostrar esto que creando un centro de formación de referencia científica y universitaria?"
 
Hoy, ciencia y fe se complementan. Y en el IQS saben que "la teología y la trascendencia no pueden imponer cosas a la ciencia y la ciencia tampoco puede imponer metodologías".

Fuente: Artículo de Laura Mor publicado en Catalunya Religió