Como es habitual, el centro de estudios Cristianisme i Justícia cierra el año con la publicación de una reflexión. En esta ocasión recoge cinco realidades que necesitan ser transformadas o acogidas, pero lo hace reivindicando la necesidad de desplazar la desconfianza y la indiferencia por el afecto y el cuidado de nuestras relaciones y vidas cotidianas.
Los retos ecológicos, la creciente desigualdad, el drama de los migrantes y refugiados, o la igualdad entre hombres y mujeres son algunas de las realidades que necesitan de forma urgente nuestra atención. El centro de estudios Cristianisme i Justícia las describe en su reflexión de fin de año, pero lo hace con un llamamiento al afecto y la ternura como vía de transformación de la realidad y de nosotros mismos.
“No podemos con más desconfianza, más miedo y más indiferencia”, asegura el texto. Y es por esta razón que “en un mundo hostil a la vida y a la humanidad, que nos endurece el corazón y nos desintegra, reivindicamos la revolución del afecto y la ternura como punto de partida, como lentes con las que mirar el mundo y las personas”. Según el centro, los costes de abandonar esta dimensión los pagan nuestra salud, la naturaleza, las relaciones familiares y de vecindad, y las personas más vulnerables.
“La revolución ecológica empieza por nosotros”
Cristianisme i Justícia alerta nuevamente de las consecuencias del agotamiento de la Tierra: “hay lugares en los que el cambio climático y la acción irresponsable del ser humano sobre la tierra, matan”. Ante esto, pide una conversión a la sobriedad y una cultura compartida de respeto a todo lo que nos rodea. En definitiva, una nueva forma de vivir, de consumir y de concebir el mundo y las relaciones “no solo permitirá que viviendo nosotros con menos, otros puedan vivir, sino que se revelará como factor de liberación para nosotros mismos”.
“No podemos seguir viviendo así”
La creciente e “insoportable” desigualdad es uno de los puntos que recoge el texto con más preocupación, y que se manifiesta en la cronificación de la pobreza y la precarización del trabajo. “Ahora sabemos que no podemos seguir viviendo así si queremos que otros puedan vivir mejor” asegura la declaración, “pero tampoco podemos seguir viviendo así porque este modelo no nos hace más felices, más solidarios ni más humanos”.
De la hostilidad y el rechazo a la hospitalidad y la acogida
Ante el desplazamiento forzado de personas, Cristianisme i Justícia denuncia la actuación criminal por parte de algunos estados que “en vez de abordar las causas y buscar la protección de todas estas personas, han corrido a proteger sus fronteras para dificultarles el paso”. Frente a esto el centro pide un trabajo de abajo a arriba que vaya generando una cultura de la hospitalidad, para combatir los discursos xenófobos y los muros que se levantan entre las personas. “Estamos obligados a ello, por una ley de humanidad escrita en nuestros corazones y que va más allá de cualquier ordenamiento jurídico”.
La revolución de los cuidados
No puede haber una verdadera justicia social si por el camino dejamos de cuidar a las personas que nos rodean o si los cuidados recaen exclusivamente en las mujeres. Por este motivo, el texto señala la necesidad de socializar el cuidado, buscando también la igualdad entre mujeres y hombres, porque, aunque cuidado, afecto y ternura son valores atávicamente atribuidos a las mujeres, el mundo no se puede permitir que el 50% de la humanidad delegue estos valores en las mujeres, ni los hombres no se pueden permitir renunciar a los beneficios que, para su vida puede suponer cuidar a los demás.
La misericordia
Finalmente, el texto acaba recordando que el papa Francisco ha impulsado la celebración del Año de la Misericordia porque quiere que la Iglesia mire el mundo desde esta perspectiva. Es necesaria, según los autores del texto “para dejar de mirar a todos los marginados de nuestra sociedad como culpables” y “pide al ser humano una acogida sin condiciones”.
Vigilia de oración de fin de año en la iglesia de los jesuitas de Barcelona
La reflexión “Transformemos el mundo desde el afecto y la ternura” será el eje de la vigilia de oración que tendrá lugar el próximo 31 de diciembre a las 23:00h en la iglesia de los Jesuitas de la Calle Casp de Barcelona, conducida por Llorenç Puig SJ, delegado de los Jesuitas en Cataluña, y Tere Iribarren, miembro del centro de estudios Cristianisme i Justícia.
Para leer el texto de la reflexión, lo podéis descargar en estos enlaces:
- “Capgirem el món des de l’afecte i la tendresa” (català)
- “Transformemos el mundo desde el afecto y la ternura” (castellà)
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