El sector social de la Compañía de Jesús en Cataluña lo componen un grupo de entidades no demasiado grandes pero muy arraigadas en el territorio. Son la Fundació Salut Alta (Badalona), la Fundació La Vinya (Hospitalet del Llobregat), la Fundació Carles Blanch (Badalona), la Fundació Migra Studium (Barcelona) y Arrels Sant Ignasi (Lleida). Todas estas entidades tienen en común el realizar una buena parte del trabajo con voluntariado, priorizar realidades de exclusión social severa, intentando modestamente y en la medida de sus posibilidades, ayudar a transformar aquellas realidades que provocan sufrimiento y exclusión.
Partiendo de historias y orígenes diversos, las entidades se van encontrando para coordinar su trabajo, compartir buenas prácticas, hacer que el trabajo que cada uno realiza en su territorio pueda ser más conocido y tener una mayor proyección. Por este motivo, durante las últimas semanas ha habido dos encuentros con el objetivo de seguir juntos este camino.
Justicia, libertad, compromiso y resistencia
A finales de enero, en la sede de Cristianismo y Justicia se reunieron unos ochenta trabajadores y voluntarios de las diversas entidades bajo el título Justicia, Libertad, Compromiso y Resistencia. Cuatro valores de los muchos que motivan el trabajo diario de las decenas de voluntarios y voluntarias en estas entidades. El abogado y activista Josetxo Ordóñez expuso un panorama de estos valores y después cuatro voluntarios de cuatro entidades presentaron su punto de vista desde su experiencia.
El acompañamiento dentro de las entidades
Y el pasado 6 de febrero, en el Monasterio benedictino de Sant Pere de les Puel·les, se reunieron los equipos directivos de todas las entidades con un tema único: el acompañamiento de nuestros equipos.
El acompañamiento forma parte del ideario de la mayor parte de las entidades del sector. Acompañamiento a las personas que se acercan con sus necesidades, acompañamiento a los voluntarios y voluntarias, y acompañamiento también a los equipos de profesionales. Poner en el centro las personas, y transformar las realidades obliga a ir mucho más allá de ofrecer unos servicios, obliga a intentar ser coherentes con una idea de sociedad que ya queremos vivir dentro de las entidades.
Cuando los entornos se tecnifican, se hacen más complejos, las entidades crecen... se manifiestan tensiones que interesaba poner sobre la mesa y así se hizo durante la jornada. Acompañó -y nunca mejor dicho-, Ernest Botargues, responsable del área de acción social de la Escuela Pía.
Los dos encuentros que se sucedieron en pocos días demuestran el compromiso de las entidades propias y vinculadas a la Compañía de Jesús en Cataluña de seguir caminando juntas, hacer de puente entre realidades sociales muy diversas, para ayudar allí donde sea para construir una sociedad un poco más habitable.