A veces te invitan a un lugar y puede que no acabas de saber muy bien porqué, pero acudes. A pesar de no saber por qué, a pesar del trabajo pendiente que tienes a medias, o la añoranza de ser fuera de casa. Alguien te dice "ven y verás" y tu, cargándote la mochila a la espalda, aceptas y vas.
Pues justamente con esta invitación (Ven y verás) llegaron a Raimat más de 200 jóvenes, para participar en la Pascua Joven que organiza la Pastoral de Jóvenes de la Compañía de Jesús en la escuela Claver. De estos, más de una treintena llegaron para vivir la Pascua desde el servicio, como monitores, acompañantes, o facilitadores de la música, la creatividad, la logística o la liturgia.
Desde 4º de ESO, hasta el grupo de Taller Bíblico, pasando por los grupos MAG + S, ha sido una pascua de jóvenes acompañada por jóvenes. Tres días de estar junto a la cruz y vivir el triduo pascual con respeto, amor y, que no falte, un toque de humor, gracias al equipo de creativos.
Y cuando este lugar, al que te habían invitado, te ha removido o cuando su música te ha emocionado y no haces más que tararear lo que sentías o cuando las personas con las que te has encontrado no te dejan indiferente, vuelves pensando: muy bien, de acuerdo, ¿y ahora qué? ¿Y ahora qué?
Los organizadores de la Pascua Joven reivindican que "la pascua venga a quedarse, que no sean tan sólo unos días de paso, o el sabor de un recuerdo que nos ha sacudido. Ahora, hoy, aquí vivamos la alegría del resucitado, que la Pascua nos haga ver como si todas las cosas fueran nuevas que nos empuje a decir sí cada vez que nos sentimos llamados por un ven y verás".
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Espacio familiar en la Pascua de Raimat
Y los que fueron jóvenes participantes o monitores en las primeras ediciones de la Pascua Joven han tenido ahora la oportunidad de volver, en familia. Esta decimosexta Pascua Joven Claver-Magis ha contado con la acogida de seis familias, doce adultos y quince niños y niñas, de la Comunidad Espai Ignasià, ubicada en el Casal Loiola de Barcelona.
Para garantizar las dinámicas propias de las diferentes franjas de edad, la pascua familiar se ha desarrollado de forma independiente. Las actividades y las celebraciones de los oficios del triduo pascual han contado con espacios y acompañamiento específicos, mientras se ha aprovechado la infraestructura de la Pascua Joven para facilitar el alojamiento y los servicios.
Entre las actividades llevadas a cabo se puede destacar la excursión a la ermita de San José, que fue restaurada por uno de los talleres Magis durante los días previos a las Jornadas Mundiales de Juventud de 2011 dirigido por el difunto Marco Vilarassau sj; las actividades catequéticas diseñadas por la profesora Sara Galceran; o el material del retiro de semana santa para adultos elaborado por Dario Mollà sj. La experiencia ofrece complementariedad y continuidad generacional en este espacio abierto de la familia ignaciana.