Este mes de junio se ha celebrado en Manresa el Simposio Internacional 2024 sobre Ejercicios Espirituales y Conversión Ecológica. Durante varios días 75 personas de 33 países diferentes hablaron sobre cómo la experiencia de los Ejercicios puede promover la concienciación y el cambio de actitudes ante la crisis ecológica.
Han sido muchos los ecos principales tras varios días de diálogo y reflexión. El jesuita y director del Centro de Espiritualidad de la Cueva de San Ignacio, Xavier Melloni, nos ha ayudado a repasar algunos de los puntos más destacados que han surgido a lo largo del Simposio. Destaca que "hemos adquirido la conciencia de que la cuestión ecológica forma parte de un paradigma más amplio, que implica una forma integral de vivir: la conciencia de la interrelacionalidad de toda la realidad, lo cual comporta inseparablemente el respeto y veneración por la naturaleza, la conciencia de la desigualdad e injusticia social y el aumento de la percepción de que Dios habita en todos los seres vivientes de la tierra con los que convivimos".
Por otro lado, reconoce también que esta conversión debe ser sobre todo de carácter comunitario. "La hemos de hacer todos juntos, en equipo, aunando fuerzas personales e institucionales. La conversión ecológica conlleva un aumento de la sensibilidad comunitaria".
Finalmente, para Xavier Melloni ha resonado estos días con fuerza el paso profético que habría de hacer en las Casas de Ejercicios y en nuestros Centros de Espiritualidad "para visualizar estos compromisos y ayudar a sensibilizar a los que acuden a hacer los Ejercicios".
¿Son los Ejercicios Espirituales clave para alcanzar una verdadera conversión ecológica?
Responde Melloni que el recorrido de las cuatro semanas favorece que se de un proceso de conversión. "Va desde la conciencia del pecado personal y estructural (Primera Semana), la elección por la bandera de Cristo pobre y humilde (Segunda Semana), la compasión por la tierra y por las poblaciones que sufren su expolio (Tercera Semana) y la celebración y el agradecimiento de la presencia de Dios en todas las cosas (Cuarta Semana)".
Con todo, en el Simposio se planteó el riesgo de imponer al ejercitante esta clave de lectura. "Hay que distinguir bien cuándo se trata de unos Ejercicios explícitamente en clave ecológica, donde los ejercitantes vienen libremente a profundizar esta perspectiva, de los Ejercicios 'ordinarios', en los que hay que respetar la sensibilidad y lugar donde se encuentra el ejercitante".
La solidaridad y la sensibilidad ecológica van juntas
"La persona que no se siente interpelada por esta cuestión, probablemente tampoco se siente interpelada por el dolor ajeno" nos responde de manera tajante Melloni a cómo motivar a alguien en este tema si no se siente llamado. Explica el jesuita que la solidaridad y la sensibilidad ecológica van juntas. "Ninguna de las dos se pueden forzar, pero sí se puede ayudar a despertarlas. Es importante señalar que no se trata de una moda, sino de algo más radical e integral. Cuando se fuerza o se impone, provoca la reacción contraria, hay que saber acompañar este despertar".
En cualquier caso, queda mucho por hacer, pues "se trata de un cambio progresivo que tiene muchas implicaciones, las cuales apenas estamos empezando a descubrir". La cuarta Preferencia Apostólica Universal de la Compañía de Jesús hace que no se pueda eludir esta cuestión, que "implica muchos cambios en nuestro modo de proceder, tanto personal como comunitario e institucional".
Así lo señaló también el Superior Provincial de la Compañía de Jesús en España, Enric Puiggròs, en su intervención en la apertura del Simposio, insistiendo en la importancia radical de tratar un tema así. “Además de ser una de las Preferencias Apostólicas, hay mucho por explorar en este campo y es mucho a lo que todavía nos tenemos que convertir para vivir una ecología integral que respete a la madre tierra. Está en juego fomentar una experiencia espiritual integral”.