Nuestras entidades sociales, que acompañan a personas en situación de vulnerabilidad, ven estos días también afectada su actividad por la situación de excepcionalidad que estamos viviendo. Sin embargo, intentan continuar trabajando, a pesar de las limitaciones, para que las personas que ya se encuentran en situaciones de riesgo social o de exclusión, no vean agravada aún más su situación.
Los centros se han visto obligados a detener las actividades que implican trabajo en grupo: las actividades con niños y familias, los cursos de formación, etc. Pero mantienen aquellas actividades que están dirigidas a atender las necesidades más básicas, como la entrega de alimentos, y han adaptado el acompañamiento y el seguimiento a familias, niños y alumnos a través del contacto online o telefónico.
Para ello se ha intensificado el seguimiento telefónico, ofreciendo toda la información básica y la orientación que se pueda, y se están activando nuevas maneras de ofrecer recursos a distancia a tavés de internet o whatsapp. Preocupa especialmente poder identificar los casos que requieran una atención especial, que puedan quedar aislados sin apoyo, o que caigan en una situación de precariedad o vulnerabilidad por las consecuencias del confinamiento.
Desde Migra Studium, trabajando en red con las organizaciones Irídia, SOS Racisme, Tanquem els CIE, se vio enseguida con preocupación y se denunció la situación de riesgo y vulneración de derechos que se estaba generando en el CIE de Barcelona, lo que hizo posible, finalmente, conseguir la liberación de las personas que estaban internadas. Además, Migra Studium hace lo posible para atender a las personas que acompaña la entidad, adaptándose la situación actual, y manteniendo el contacto a través de medios no presenciales: el grupo de jóvenes y los alumnos de los diversos cursos se mantienen en contacto con las educadoras y el profesorado a través de las redes.
Des de la Fundació la Vinya en L'Hospitalet de Llobregat garantizan su servicio de banco de alimentos y nos cuentan que a lo largo de la primera semana de confinamiento han repartido más de 150 lotes de alimentos a familias de Bellvitge-Gornal. La entidad ha podido captar la incertidumbre y los temores que sufren estas familias, por cómo se puede ver afectada su situación a raíz de la crisis que estamos viviendo. Y puede ser especialmente crítico en el caso de las personas sin techo, a las que se intenta apoyar con comida y material de protección para reducir su riesgo de contagio. También se mantiene a través del contacto telefónico diario el proyecto Lligams para acompañar a los vecinos y vecinas que se encuentran solos.
El centre Sant Jaume, de Badalona, ha interrumpido la actividad presencial con niños y familias. Pero el equipo de la entidad sigue trabajando, para evitar posibles situaciones de desamparo. También se mantiene la actividad, a distancia, de la unidad de escolarización compartida, a fin de garantizar una cierta continuidad.
En una situación parecida trabaja la Fundació Salut Alta, en Badalona, que mantiene la atención vía telefónica de forma continuada para hacer el seguimiento de familias y niños/as.
En Lleida, Arrels sant Ignasi, trabajadores/as y voluntarios/as de la entidad hacen un esfuerzo especial estos días, para que seguir haciendo la entrega de alimentos y productos básicos, manteniendo contacto con los pisos de reinserción o garantizando la apertura de las duchas del centro abierto de la entidad para las personas sin hogar.