El pasado 9 de mayo de 2016 murió en Mumbai, en la India, el P. Pere Ribes Matabosch, jesuita catalán nacido en Barcelona. Desde que a los 25 años se marchó a la India, ha dedicado toda su vida a la formación y acompañamiento de jóvenes en este país.
Nacido en 1925, su infancia estuvo marcada por el drama de la guerra civil española. Este contexto le llevó a sentir, ya con 14 años, la desesperación y la angustia ante tanto sufrimiento, y a preguntarse "¿puedo hacer algo yo para ayudar a hacer un mundo mejor?". Este es el momento que él mismo identifica como la primera llamada a su vocación. Movido por esta inquietud de ayudar a la gente y animado por un compañero, empezó a colaborar con iniciativas sociales de apoyo a las familias y los niños que vivían en chabolas en las barriadas de Barcelona. Y haciendo Ejercicios Espirituales en Manresa, orando en la Cueva de San Ignacio, apareció la idea de hacerse jesuita, una idea que maduró durante un año y finalmente confirmó.
Entró en el noviciado de Veruela de la Compañía de Jesús pocos días antes de cumplir los 18 años. El relato de su vocación como jesuita y de su labor en la India la compartió recientemente en una entrevista realizada por el Observatorio Blanquerna dentro del proyecto "missioners.cat". En ella explicaba que guardaba un muy buen recuerdo del noviciado y se sentía agradecido por la vida que ha tenido como jesuita. "Siempre he sido muy feliz en la Compañía de Jesús, nunca he pensado que tomé una decisión equivocada", decía.
"Dedicarme a los demás ha dado sentido a mi vida"
Con 25 años llegó a la India, donde ha pasado toda su vida. Él mismo se puso a disposición del Provincial para ser enviado a cualquier lugar del mundo, cuando supo que se requerían misioneros jesuitas para varios países. Ya en la India y en las diversas ocupaciones que desarrolló, su prioridad era ayudar a la gente: "la vocación y dedicarme a los demás me han ayudado mucho a dar sentido a mi vida, porque una vida que no se dedica a los demás, no tiene sentido ".
El P. Josep M. Feliu, también jesuita que ha convivido con el P. Ribes en Mumbai durante cerca de cincuenta años lo define como "un jesuita de pies a cabeza, inteligente, con ideas a la vez profundas y claras, que sabía comunicar hasta convencer y contagiar al otro con una facilidad sorprendente, sobre todo en las cosas de Jesús y del amor y entrega a los demás".
Y es que el mismo P. Ribes explicaba que su inspiración estaba en la persona de Jesús: "Jesús ha sido una inspiración muy grande. No sólo por sus palabras, sino aún más por sus acciones". Sobretodo ha trabajado en el apostolado con los jóvenes, lo que le llevó a conocer y acompañar varias generaciones.
Ha muerto el P. Pere Ribes, misionero en India
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