Este martes 4 de septiembre ha muerto en Sant Cugat del Vallès el jesuita y arquitecto Enric Comas de Mendoza, nacido en Barcelona en 1924.
Después de realizar estudios de arquitectura en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona, en 1950 entró en el noviciado de la Compañía de Jesús en Veruela (Zaragoza) y fue ordenado sacerdote en Sant Cugat del Vallès en 1962.
A lo largo de su vida ha combinado su trabajo como arquitecto con actividades pastorales, especialmente como consiliario de grupos escoltes, como el Agrupament Escolta Montserrat Xavier o los Minyons Escoltes i Guies Sant Jordi.
Entre sus obras como arquitecto cabe destacar la Capilla de Jesuïtes Lleida - Col·legi Claver, en Raimat, que es su obra más conocida, pero también las parroquias de San Ignacio de Loyola en Lleida, la de San Pedro Claver en Barcelona o la de la Mare de Déu de Bellvitge. Ha sido responsable también del templo y el centro parroquial de San Pedro Claver en el Poble Sec, la capilla del Casal Loiola en la calle Balmes de Barcelona, las capillas de la Compañía de María en Sant Cugat y Mollet del Vallés o la reforma del Santuario del Sant Crist de Balaguer.
Sus obras comparten sobretodo, el altar como generador del espacio. Él mismo decía que "la liturgia es la maestra en el templo, la que dirige y rige toda la acción que tiene lugar".
Autor de la iglesia del colegio Claver de Raimat
A pesar de ser poco conocido en nuestro como arquitecto, su obra mereció el reconocimiento de la Fundación Docomomo, que coordina la protección del patrimonio arquitectónico del Movimiento Moderno en España y Portugal. Concretamente el año 2012 concedió una distinción a la capilla del colegio Claver de Raimat, como obra paradigmática de la arquitectura moderna en España.
El P. Comas explicó, durante el acto de entrega de este reconocimiento, la dificultad que le supuso diseñar este edificio, de complejidad técnica, en un plazo de tiempo muy corto, y añadió que poder acabar según se había diseñado fue como un pequeño milagro. La sencillez, la falta de ornamentaciones, el recogimiento y la luz fueron la base del diseño de la Iglesia.
A lo largo de su vida, Enric Comas ha trabajado entregado a su vocación profesional desde su fe y su vocación sacerdotal. En una entrevista publicada en el blog de Catalunya Religió sobre Arquitectura, Arte y Religión del también arquitecto Eloi Aran, el P. Comas decía que su trabajo le había permitido "vivir la fe con los pies en el suelo" y confesaba que la realización del templo-capilla del Colegio Claver le reveló que "había en mí una capacidad de hacer cosas desde mi impensables porque Dios las animaba".
Entendía que la arquitectura sacra tenía que estar marcada por su dimensión humana y social, y en sintonía con el entorno intelectual y social actual. "Las inquietudes y las maneras de ser contemporáneas deben encarnar los edificios religiosos y, a la vez, hay que evitar radicalmente todo tipo de agresividad o insolencia que provocaría cualquier ostentación de riquezas o de forma. Esto contrastaría demasiado con un mundo que sufre miseria material y moral y llevaría más a blasfemar de Dios que a acercarse a Él".
Además de la arquitectura, su dedicación principal ha sido el acompañamiento como consiliario de grupos escoltes. De esta relación con los jóvenes y los movimientos escuchas tenía claro que lo más importante es "escucharlos, que es más que escuchar lo que dicen, escuchar toda su manera de vivir, su manera de pensar".
La misa exequial y el entierro se celebrarán el miércoles día 5 de septiembre a las 17h en el Centro Borja de Sant Cugat del Vallès.