Este sábado 12 de noviembre, se ha celebrado la clausura de la Congregación General 36 de la Compañía de Jesús, con una Eucaristía presidida por el P. General Arturo Sosa, en la Iglesia de San Ignacio en Roma. Durante seis semanas, más de 200 representantes de los jesuitas de todo el mundo, se han reunido para escoger su nuevo Superior General y para debatir sobre cómo dar respuesta a los retos que tiene hoy la Compañía de Jesús.
Los textos oficiales que han surgido de las discusiones y votaciones de la Congregación General serán publicados dentro de unos días, pero se puede avanzar ya que uno de los principales decretos aprobados se refiere a la vida y misión de la Compañía de Jesús hoy. Este decreto habla de la voluntad de participar en una misión de reconciliación, con la humanidad y con la creación, basada en la justicia, la fe y la solidaridad. Es una línea que ya apuntaba el nuevo Superior General, P. Arturo Sosa, en su primera homilía, poco después de ser elegido: "queremos trabajar por lo que hoy parece imposible: una humanidad reconciliada en la justicia, que vive en paz, en una casa común bien cuidada", dijo entonces.
A lo largo de estos días, la Congregación General ha abordado también otras cuestiones, algunas de carácter más interno, que tienen que ver con las estructuras de gobierno, las formas de organizarse y la manera funcionar de la Compañía de Jesús. Se trata de buscar, a partir de la experiencia de los últimos años, una mejor gestión de la Compañía en el ámbito universal, a fin de responder de una forma más eficaz a las nuevas realidades y retos, impulsando, entre otros, el trabajo en red.
Cabe destacar también otro tema importante que quedará recogido en los documentos de la CG 36. Es una carta de apoyo a los jesuitas y colaboradores que viven en zonas de guerra o conflicto, sirviendo día a día en las fronteras y siendo testigos de fe, justicia y reconciliación. Precisamente en la misa de clausura de la Congregación General, el pasado sábado, el P. General Arturo Sosa invitó nuevamente a los presentes a orar por estos compañeros. El P. Sosa, haciendo referencia a las complejas situaciones de guerras, el drama de los refugiados o el aumento de las desigualdades, insistió en que "nuestro discernimiento nos invita a fuera en las periferias y a intentar comprender cómo afrontar globalmente la integralidad de la crisis que impide las condiciones mínimas de vida en la mayoría de la humanidad y pone en riesgo la vida sobre el planeta Tierra".
La homilía del P. Arturo Sosa en la Eucaristía de clausura se puede descargar aquí. Los decretos de la Congregación General 36 serán promulgados por el P. General y publicados próximamente, cuando finalice su edición y traducción.
Toda la información sobre la Congregación General 36, los documentos, la entrevista al nuevo P. General y a algunos de los jesuitas que han participado, se puede encontrar en la web de la CG36.