La figura del jesuita Eusebi Colomer, filósofo y teólogo, centró la lección inagural del Institut Superior de Ciències Religioses de Barcelona (ISCREB) que pronunció el obispo auxiliar de Barcelona Mons. Sergi Gordo este martes 18 de octubre.
El acto, por delegación del cardenal Omella estuvo presidido por Margarita Bofarull, delegada diocesana de Pastoral de Fe y Cultura, y se vivió, coincidiendo con el 25 aniversario de la muerte del P. Colomer, "como un elogio de su formidable obra y personalidad y como una llamada y un exigente estímulo por continuar profundizando año tras año."
Eusebi Colomer fue profesor de diferentes instituciones académicas, entre ellas, el Instituto de Teología de Barcelona, del cual es heredero el actual ISCREB. La obra del jesuita es considerable. Como ha descrito Gordo: “fue un pensador en diálogo; un divulgador de la obra de Teilhard de Chardin; un investigador riguroso de la influencia de Ramon Llull sobre Nicolau de Cusa; un estudioso eminente del pensamiento catalán medieval, de la filosofía alemana de Kant a Heidegger, del ateísmo moderno; y un reivindicador de la relación entre filosofía y teología.”
El obsipo auxiliar ha puesto de relieve la preocupación que Colomer tenía sobre la humanidad que, orgullosa de su progreso, más que elevarse, se rebaja al cortar el punto de unión que la vincula con la Trascendencia. Esta reflexión lanza otros interrogantes. Por ejemplo: "¿Hay punto de unión entre humanismo y trascendencia?, y en el supuesto de lo que hubiera, ¿en qué consiste este vínculo?, ¿es cierto que cuando este vínculo se corta, lo que se verifica es la hipótesis según la cual con el eclipse de la Trascendencia entra en crisis el humanismo?".
Cuando hablamos del vínculo entre humanismo y trascendencia, se despliegan varias dificultades. Por ejemplo, el del horizonte de la fe cristiana. Colomer afirmó el presupuesto de la libertad de esta: "nadie puede obligar a otro a creer". Y, en cuanto que pensador cristiano, presupuso también el origen divino y la gratuidad de la fe que más que una pregunta que el hombre dirige a Dios, “es la pregunta que Dios hace al hombre."
Igualmente, Gordo ha advertido que la fe no es un tipo de aerolito bajado del cielo que no tenga nada que ver con la tierra de los hombres, más bien "la revelación de Dios presupone un punto de inserción del mensaje en la experiencia humana, el ser humano, ser-en-el-mundo ha transcendido siempre al mundo en dirección hacia Dios.”
Desde esta cosmovisión, salen al paso algunas cuestiones aún hoy disputadas. Tales como: el problema de la onto-teo-logía; la disputa de Dios de los filósofos y el Dios de la fe; la cuestión de la conexión entre la muerte de Dios y la muerte del hombre; la dificultad de la racionalidad de la afirmación de la Trascendencia; el problema de la teodicea o del deus ex machina o tapagujeros; y finalmente la soledad del humanismo.
Después de reflexionar sobre estos puntos, Gordo ha concluido que el binomio humanismo y Trascendencia, en efecto, ha una clave de lectura que nos ha permitido una comprensión global de la obra de Eusebi Colomer. Una trayectoria que ha descrito como ejemplar “propia de un maestro que investiga las fuentes y que las analiza profundamente, con un tono armónico y coherente, con rigor científico, claridad, transparencia, precisión, seriedad del enfoque metodológico, gran erudición y modélica ecuanimidad.”
Es por todo esto que Gordo ha cualificado a Eusebi Colomer de hombre de diálogo abierto y apacible. “El diálogo, además de intentar de ser claro, consiste al decir y escuchar; decir, pero, no una palabra cualquiera, o impositora, fuerte, llamativa o insultante, sino una palabra razonada (logos), fruto de la reflexión y de la escucha... saber escuchar, he aquí la cuestión, saber escuchar como Colomer lo hacía."
Durante el acto, también se hizo memoria de las actividades del ISCREB. Su director Ramon Batlle se mostraba ilusionado y esperanzado en el inicio de este curso, que ya encuentra una estabilización en la modalidad presencial después de los efectos de la pandemia. "Entendemos la tarea del Instituto como un servicio a la diócesis de Barcelona y a todos aquellos que quieran conocer más de cerca el hecho religioso, y la tradición cristiana; estamos abiertos y disponibles para impulsar, conjuntamente con otras Instituciones, iniciativas de formación, pensamos que esta es nuestra contribución al camino sinodal que el papa Francisco nos anima a recorrer"
Fuente: ISCREB