l sociólogo Imanol Zubero fue el encargado este año de hacer la lección inaugural en el acto de apertura de curso de Cristianisme i Justícia. Lo hizo con una dura crítica al capitalismo, que presentó como economía que mata, pero apelando también a las posibilidades de cambio hacia una economía al servicio de la vida.
Cristianisme i Justícia ha querido poner en marcha el curso con este tema, que está en el núcleo de las líneas de reflexión del centro este año. “Sabemos que la crítica al capitalismo es hoy más áspera y frustrante que en otros momentos, pero también sabemos que es posible encontrar rendijas que permitan humanizar nuestra vida. El cristianismo tiene el potencial de esperanza de que puede tocar algunas de estas alternativas”, decía al inicio del acto el director del centro, el jesuita José Ignacio García.
En su charla, Zubero presentó varios aspectos que hacen del capitalismo "un sistema objetivamente incompatible con la vida". Invitando a reflexionar sobre cuáles son las actividades esenciales para la vida, hacía notar que algo no va bien cuando estas actividades, que realizan sobre todo mujeres, y a menudo racializadas, son las menos valoradas, reconocidas y remuneradas. En el otro extremo, los trabajos más valorados y mejor pagados, ocupados generalmente por varones blancos, son los más alejados de la vida y no sólo no generan bien social, sino que a veces provocan un mal social. De hecho, la lógica mercantil del capitalismo, afirmaba, anula los derechos y expulsa la moral, cosifica y devora las bases sociales y naturales de las que depende.
El ponente rechaza la identificación que se ha realizado históricamente del sistema económico capitalista con una escalera, a través de la cual se puede subir o bajar. Lo presenta, en cambio, como una pirámide, en la que muchos deben estar en la base para que unos pocos estén cerca de la cúspide. Quienes estamos en la parte buena de la pirámide, decía Zubero, debemos ser conscientes de nuestros privilegios y de que los disfrutamos sólo por buena suerte. A partir de ahí, cualquier intento de modificar la economía de la muerte pasa por afrontar un problema de conversión.
"Si realmente creemos que esta economía mata, ¿por qué seguimos colaborando?". El ponente reconocía que teorizar es fácil, pero las cosas se complican cuando es necesario pasar a la acción. “Os ruego que salgamos de la rotonda infinita sobre la discusión de si los cambios deben ser individuales o colectivos. Si alguien puede hacer algo, que lo haga”, pedía. En esta parte de su intervención, interpeló a los asistentes a “desconectar el piloto automático de nuestros privilegios” y revisar nuestra manera de vivir, poniendo en valor la importancia de optar por los bienes públicos y de la acción sociopolítica. El ecofeminismo, dijo, marca un camino en esa dirección. "Si escuchamos más voces de mujeres nos acercaremos más al cambio".
Aunque nunca había estado en Cristianisme i Justícia, Zubero calificó al centro como una de sus referencias fundamentales, como cristiano, ciudadano y sociólogo, y recordó especialmente la colaboración que mantuvo con Joan N. García-Nieto en los años 80, cuando estaba trabajando en su doctorado.
La ponencia de Zubero tuvo el contrapunto de Imma Naranjo, Míriam Feu y David Murillo que hicieron lectura desde la doctrina social de la Iglesia, la acción social, o el enfoque sociológico.
Durante el acto, que tuvo como escenario la iglesia de los Jesuitas de la calle Casp de Barcelona, el director de Cristianisme i Justícia, José Ignacio García, quiso agradecer la labor del equipo del centro, que nos “ayuda mantenernos firmes y atentos en esta misión de reflexionar en torno a la fe y la justicia” y destacó el esfuerzo realizado en la mejora del aula virtual y la formación online que se ofrece este curso, así como en la publicación del segundo anuario, que lleva por título Amarillo esperanza. También quiso sumarse a la llamada del papa Francisco a la oración por la paz convocada ese mismo día. El acto de inauguración contó con la presencia del director de Afers Religiosos, Carles Armengol, y el vicepresidente de la Taula del Tercer Sector de Catalunya, Jesús Delgado. También estuvieron el provincial de los Jesuitas en España, Enric Puiggròs y el delegado de los Jesuitas en Cataluña, Pau Vidal.
La reflexión planteada por Zubero continuó, al día siguiente, en la cuarta edición de las jornadas Fe-Justícia, con charlas, talleres y diálogos en torno a este tema, y con participación de unas 90 personas vinculadas al equipo de Cristianisme i Justícia.