El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) acaba de presentar su informe anual sobre la situación de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) en España, con el título Razón jurídica y sinrazón política. En Barcelona, la presentación se ha hecho este lunes 7 de junio y ha contado con la participación de M. Carmen de la Fuente, coordinadora del SJM y directora de la Fundación Migra Studium; Ana Bosch y Josetxo Ordóñez, co-autores del informe y miembros respectivamente de Pueblos Unidos y Migra Studium; y Mónica Mínguez, voluntaria del equipo de visitas al CIE de Barcelona.
El eje central del informe viene marcado este año por el vaciamiento y la reactivación de los CIE durante la pandemia y destaca el contraste entre "la decisión de vaciar los CIE por buenas razones jurídicas" y "la sinrazón política de reactivar el internamiento cuando comenzó la segunda ola y los viajes internacionales se mantenían restringidos". Con la reapertura de los centros, las vulneraciones de derechos volvieron, provocando aún más sufrimiento a las personas internas. Especialmente grave es la prohibición de la entrada de voluntarios y familiares en el CIE de Barcelona, lo que supone, según el SJM, "usar como pretexto el motivo sanitario para aislar aún más las personas retenidas".
Además, el informe denuncia que los protocolos de prevención no evitaron el contagio a los CIE, y en cambio se impusieron medidas de aislamiento severas que añadieron ansiedad y angustia a los internos, hasta el punto de que se verificaron algunos intentos de suicidio.
De los datos recogidos y las visitas realizadas durante el período en que ha sido posible entrar en los CIE, el informe recoge nuevamente situaciones de vulneraciones de derechos, como casos en los que la asistencia sanitaria es inexistente o insuficiente, falta de investigación exhaustiva de acusaciones de tortura y trato inhumano o degradante, presencia de menores en los centros, o dificultades en la tramitación de solicitudes de protección internacional.
SJM también señala con preocupación que en el horizonte cercano se plasma una clara apuesta política para el internamiento y la vía represiva, con el proyecto de un nuevo CIE en Botafuegos, Algeciras. El informe dedica un capítulo al caso de Samba Martine, que murió el 19 de diciembre de 2011. Después de procedimientos penales y civiles largos y complicados, familiares y organizaciones sociales han conseguido que se reconozca la responsabilidad de la Administración en este caso.
Menos derechos y más sufrimiento en el CIE de Barcelona
La Fundación Migra Studium ha profundizado en la situación observada en el CIE de Barcelona y que está recogida en el informe Menys drets, més patiment. La entidad cuenta con un programa de visitas al CIE de Zona Franca, que tiene como objetivos ofrecer acompañamiento psicosocial a los internos, contribuir a reducir los riesgos de vulneración de derechos y favorecer una mayor transparencia y responsabilidad por parte de las autoridades. Pero durante el año 2020, Migra Studium sólo pudo realizar visitas durante el primer trimestre del año, hasta el cierre del CIE a mediados de marzo. A partir del 5 de octubre, el CIE de Barcelona retomó la actividad de internamiento, pero la dirección del CIE, a través de la complicidad de los órganos judiciales, impidió el reinicio de las visitas y el acompañamiento de las ONG e incluso de las familias, provocando un "sobreinternament dentro del internamiento".
Por todo ello, la entidad considera que ha habido un agravamiento de las condiciones del internamiento y restricciones de libertad a partir de la reapertura del CIE. El informe de Migra Studium constata la falta de transparencia y previsión de la dirección del CIE a la hora de gestionar los episodios de contagios por covid-19. "El trato sobre los internos enfermos por Covid llega a presentar rasgos cercanos a la comisión del delito de torturas y/o contra la integridad moral y aún es objeto de instrucción penal", denuncia el informe.
En 2020 no ha cambiado, pues, el hecho de que el CIE representa la hostilidad hacia las personas migradas. A pesar de los 200 días cerrado, el CIE de Barcelona ha vuelto a mostrar su rostro visible, físico y estructural de la voluntad ciega de no acoger, de no reconocer, de no atender al otro, al diferente, al que viene de otras tierras. Por todo ello, Migra Studium y la red del Servicio Jesuita a Migrantes de la que forma parte, siguen reclamando el cierre de los CIE y la búsqueda de alternativas jurídicas y políticas al internamiento.