Este martes se ha celebrado la inauguración del curso 2020-21 del Centro de Estudios Cristianismo y Justicia, que este año ha consistido en un acto online. El filósofo Santiago Alba Rico ha sido el encargado de pronunciar la ponencia inaugural, en conexión desde Túnez, con una reflexión sobre qué es lo que hay que preservar, en estos momentos en que parece que lo único que nos preocupa es qué hay que cambiar.
La respuesta para el filósofo es sencilla: hay que preservar el valor de las cosas. Por eso a lo largo de su ponencia ha ayudado a entender, según él, qué es lo que da este valor y, por el contrario, qué lo debilita. Alba Rico sitúa la atención como fuente de valor: "la mirada atenta genera un vínculo y se convierte en un imperativo a actuar". Citando a Simone Weil y su interpretación de la parábola del samaritano señalaba que "los actos que siguen no son más que los efectos de este gesto de atención".
Santiago Alba Rico alerta que el orden económico nos mantiene prisioneros y no nos permite prestar atención a los otros cuerpos. Por este motivo hace un llamamiento a "combatir aquello que nos impide estar atentos". Es la aceleración que imprimen la economía y la tecnología lo que ha hecho crecer la distancia entre la condición humana y la condición histórica, rompiendo un equilibrio que se había mantenido a lo largo de los siglos, y llegando a un punto en que sustituimos los hechos por derechos: "me preocupa que tengamos que defender a todas las criaturas en nombre del derecho, porqué no se defienden por sí mismas, por su existencia, y son extremadamente vulnerables".
El ponente ha recalcado que "la historia se está imponiendo como una apisonadora y la única manera de preservar la vida pasa por establecer un nuevo contrato social en el que tiene que estar casi todo el mundo", y preguntado por las condiciones de posibilidad de esta transversalidad y del necesario diálogo entre los cristianos y las diversas posiciones ideológicas, afirmó: "me preocupa que la izquierda, tradición de la que yo provengo, busque en el cristianismo un enemigo fácil cuando lo que tiene es una aliado dificil".
Al inicio del acto, el director de Cristianismo y Justicia, Xavier Casanovas ha compartido los retos del centro para este curso, durante el cual habrá que trabajar en un contexto de incertidumbre y fragilidad: "queremos mirar de cara esta realidad y ofrecer recursos para entender qué nos está pasando".
El área teológica del centro, como ha avanzado su responsable Jaume Flaquer, reflexionará sobre qué significa teológicamente vivir en la pandemia y también sobre la teoría de la religación de la Humanidad, que se descubre en una común vulnerabilidad, y también de la Humanidad con la Tierra.
Sonia Herrera, que se estrena al frente del área social, se ha mostrado entusiasmada con las propuestas del centro para este curso, a pesar de las dificultades y la presencialidad que nos ha robado la pandemia. "En el seminario social nos preguntaremos si es posible un nuevo contrato social, en un momento en que parece inevitable un mundo más desigual, en el que crece la precariedad laboral", ha anunciado.
El área de espiritualidad (EIDES) también cuenta con un nuevo responsable, el jesuita Pau Vidal. Una renovación que hace visible el cambio generacional en este área, que tendrá como reto "poner en diálogo la tradición de nuestra espiritualidad con el mundo contemporáneo".
El centro ha anunciado también la próxima renovación del blog, con más contenidos y más multimedia.
El acto fue seguido por casi 200 personas en directo y se puede recuperar en este enlace.
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