De Montserrat a Manresa, siguiendo los pasos de San Ignacio

El 21 de marzo, unas 80 personas han participado en la Vigilia y Caminata de Montserrat a Manresa. Es un encuentro organizado por la Compañía de Jesús que se convoca cada año en torno a la fecha de aniversario de la llegada de San Ignacio a Manresa. Marina Llorca, una de las participantes de este año, nos cuenta su experiencia siguiendo el camino que hizo Ignacio.

"Ha sido un descenso importante de 23 kilómetros y medio de Montserrat a Manresa, pasando por poblaciones como Santa Cecília de Montserrat, las urbanizaciones de Can Prat y Can Jepet, Castellgalí -donde hemos comido-, hasta entrar finalmente en Manresa por el barrio de San Pablo. Hemos pasado por el espectacular mirador sobre el río Cardener que tiene una importancia vital en la vida de San Ignaio. Desde ese punto, nos dice, vio la luz de Dios, y este recuerdo le acompañó durante el resto de su vida. Hemos participado 80 personas, deseosas de vivir el camino que año tras año se hace por estas fechas.

La víspera, en la basílica de la Virgen de Montserrat, tuvimos el privilegio de poder meditar, hacer silencio, orar, visitar la Virgen, andar contemplando despacio la gran nave, la celebración del perdón, pudo anotar nuestras oraciones a través de un muro improvisado, encender una vela, y finalmente la Eucaristía alrededor del altar. Son momentos vitales que cada uno ha vivido con profundidad.

Y al día siguiente, diez minutos antes de las 7, nos han despertado las campanas con un impresionante repicar. Ya dentro de la basílica hemos podido disfrutar del canto de los monjes y de una buena mañana para sentir, vivir, escuchar, oler, ver ... Tal vez un hecho sencillo, pero que me ha llamado la atención, es la limpieza vial de todo el espacio exterior e interior del Monasterio, teniendo en cuenta la cantidad de peregrinos que pisan a diario.

La fuerte lluvia, que ha caído toda la mañana y parte de la tarde, no ha podido impedir la caminata. Y nos ha abierto paso a mucho romero florido, árboles con flor, violetas silvestres, zarzas de un amarillo intenso, una preciosidad de naturaleza primaveral ofrecida al peregrino.

Este camino ignaciano me ha llegado al corazón. Se habla de San Ignacio, recordando y comentando su vida a través de sus escritos, los Ejercicios Espirituales, las revelaciones que tuvo y los hechos que ayudan al caminante a conocer, comunicarse y ayudarse mutuamente. Cada año es especial, cada año es diferente, es lo que dice la mayoría de la gente, fieles a participar en la vigilia y caminata de Montserrat a Manresa. Lo más importante, “en todo amar y servir".