Del pasado 15 de septiembre al 17 de octubre se celebró en el centro de espiritualidad Cova Sant Ignasi de Manresa la cuarta edición del curso “Cuando vamos llegando a los 65, 70 años” con una participación de 28 personas, procedentes de diversos lugares (España, Colombia, USA, Congo, Paraguay, Chile, Perú, Italia) y de diversas situaciones vitales (laicos, diocesanos, religiosos, religiosas).
El curso pretende ayudar a disponerse a afrontar esta etapa de la vida con creatividad y esperanza, a la vez que ayudar a hacer memoria agradecida de todo lo vivido. Para ello nos ayudamos del estudio de la Autobiografía de Ignacio, una inspiración para elaborar la propia autobiografía, que para los participantes “fue una manera concreta de reconciliarnos con nuestra historia y de hacer memoria agradecida de nuestras vidas”.
Eso quedó aún más asentado con la práctica de 8 días de Ejercicios Espirituales, que ha brindado “un tiempo clave para profundizar en nuestra propia realidad personal y para sentirla y gustarla como amada por Dios que hoy nos sigue llamando e invitando a proseguir las huellas del Señor Jesús”.
En un segundo momento abordamos la cuestión del saber envejecer bien desde una perspectiva médica, psicológica, antropológica y teológico-espiritual. Todo ello se va combinando con algunas salidas y visitas como Montserrat, los lugares ignacianos de Barcelona, la basílica de Santa María del Mar o la Sagrada Familia.
También se realizan actividades como cine fórums, la presentación de los itinerarios vitales de los participantes, o la Eucaristía y la oración matinal.
Las personas que han pasado por esta edición del curso lo valoran muy positivamente, como “un necesario alto en el camino en este momento de nuestra vida, para poder hacer más consciente nuestro momento vital”. El ritmo del curso, activo pero sereno, según los participantes, ayuda a cobrar conciencia de que “toca vivir con más serenidad y pausa, sin tantos planes pre-fabricados, con una nueva mirada más agradecida y servicial, con un redescubrimiento del valor de lo cotidiano”.