El director de Cristianisme i Justícia, José Ignacio García, participó en el encuentro de la red de centros sociales europeos, que se celebró en Dublín entre el 28 de febrero y el 2 de marzo. Un encuentro que permitió compartir inquietudes e intensificar la colaboración entre estos centros que, como el nuestro, tienen su eje principal de trabajo en la conexión entre la fe, la cultura y la justicia.
En su Instrucción sobre el Apostolado Social, publicada el 10 de octubre de 1949, el entonces Superior General de la Compañía de Jesús, el P. Janssens, renovó la llamada a crear “centros de información y acción social”, cuya función principal sería “no tanto la de llevar adelante obras sociales, como la de enseñar a otros doctrina social teórica y práctica”. Esta propuesta que se lanzó a mediados del siglo pasado tuvo amplia resonancia en Europa.
La Compañía de Jesús tiene actualmente en Europa una red de centros sociales que podemos definir, sin exagerar, como notable. En estos momentos son diez centros que están en Dublin, Lisboa, Bruselas, París, Barcelona, Milán, Múnich Palermo, Budapest y el JESC, que está en Bruselas y que depende de la Conferencia europea de Provinciales. Cristianisme i Justicia es el centro de la Provincia de España que participa en esta red desde su inicio.
Alguno de ellos tiene más de cien años de existencia, y el resto proviene de los años 70 y 80. Desde hace un tiempo se han identificado tres rasgos que definen lo que es un centro social en Europa. Primero, llevar a cabo algún tipo de reflexión propia, mediante grupos, seminarios o jornadas; no necesita ser académica pero si orientada a las conexiones entre la fe y la justicia. En segundo lugar disponer de publicaciones, sean en papel o electrónicas. Y por último, para ser centro social, hay que tener una inquietud por diseminar y difundir los contenidos mediante cursos o acciones de formación.
La combinación de estos tres elementos es diferente en cada centro, unos tienen mucha actividad de difusión, otros tienen establecida una sólida actividad de reflexión. Pero todos están implicados en la publicación y difusión. Un repaso a los nombres de las publicaciones nos muestra esta tradición de reflexión social en Europa: Project, En Question, Working Notes, Cuadernos CJ, Aggiornamenti Sociali, Brotéria… Hoy en día, todos estos centros disponen además de página web, participan en las redes sociales y tienen una importante actividad en línea.
En este último encuentro, en el que participan los directores de cada uno de los centros, uno de los temas tratados fue la comunicación, poniendo de relieve como "más allá de las herramientas o los canales concretos que usemos, necesitamos crecer en la coherencia de nuestro mensaje en la interacción con nuestro público", explica José Ignacio García.
El profesor Bryan Fanning, del University College de Dublin ofreció una charla sobre los procesos de polarización social en Irlanda y Europa. Las dos fuentes de tensión social más importante en Irlanda son, por un lado, el conflicto en Irlanda del norte, y por otro la gran presencia migratoria. Especialmente se ha ido instalando una opinión pública muy opuesta a los demandantes de asilo. El caso irlandés, aunque particular, sirvió para mantener una interesante conversación sobre el crecimiento tan importante de los movimientos de ultraderecha a lo largo del continente.
El resto de las jornadas se dedicó a tratar sobretodo de las posibilidades de colaboración entre los centros. Una oportunidad para ello son las elecciones al parlamento europeo del mes de junio. Se acordaron propuestas para compartir publicaciones de cara a estas elecciones, e incluso se nombró a un pequeño comité que intentará preparar una posible declaración conjunta.
El encuentro ha ayudado a constatar que los centros comparten muchas cosas, y "han surgido propuestas muy interesantes para el trabajo en común, unas vinculadas a proyectos europeos, otras a la formación de los equipos de nuestros centros", destaca José Ignacio García.