Barcelona ha sido la ciudad que ha acogido la Asamblea Anual del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) de 2018. La Fundació Migra Studium ha sido la anfitriona del evento, celebrado los días 28, 29 y 30 de octubre. El encuento ha sido ocasión para que las organizaciones que forman parte de esta red reflexionen sobre su acción y se abran a nuevas miradas en el trabajo de acompañar, servir y defender a las personas migrantes. Participaron todas las obras de migraciones que forman parte del Sector Social de la Compañía de Jesús en España, además del Instituto de Estudios sobre Migraciones de la Universidad Pontificia de Comillas, Alboan, Entreculturas, de la Red Mimbre (Servicio Jesuita para la Infancia y la Juventud), de la PAT Catalunya y de la CONFER.
A lo largo de la Asamblea se puso en común el trabajo que el Servicio Jesuita Migrantes de España viene reforzando desde hace unos años entorno a diferentes líneas de acción: CIE, Mujer Migrante y Trabajo del Hogar, Diálogo Interreligioso, Participación, Frontera Sur Nador-Melilla y Hospitalidad. Cabe destacar por ejemplo, en el caso de Frontera Sur, la abertura de una oficina en Melilla que además de orientación jurídica hará de observatorio para el cumplimiento de los derechos humanos. O el caso del grupo de Hospitalidad, que va extendiéndose por todo el estado con “comunidades de techo”, pisos y residencias acompañadas y una creciente red de familias de acogida.
El encuento también quiso analizar lo que está ocurriendo en estos momentos en Europa, con el crecimiento que están experimentando los partidos con discursos xenófobos y antiinmigración, José Ignacio García, jesuita y coordinador del Servicio Jesuita a Refugiados de Europa, hizo una interesante presentación sobre las causas y las posibles salidas a esta situación. Insistió en la necesidad de comprender qué es lo que lleva a la gente a votar este tipo de discursos y hizo una llamada a las entidades a reforzar la confianza en las instituciones democráticas, pues se trata de algo en este momento especialmente frágil y amenazado. En otro nivel habló también de la necesidad del humor y del cuidarse unos a otros como un elemento necesario en una sociedad crecientemente polarizada. La presentación fue seguida por una dinámica de trabajo en grupos donde se pretendía interpelar a los participantes para que, desde el corazón, reconocieran también en ellos semillas de actitudes que después generan esos discursos del miedo y el odio. Y desde ese reconocimiento compartir ideas y estrategías que pudieran ayudar a hacer de cortafuegos ante la creciente hostilidad hacia el inmigrante.
Finalmente, la Asamblea también contó con una mesa de testimonios sobre la espiritualidad en la misión del SJM, fundamentada en los tres pilares de acompañar, servir y defender. Participaron en ella Sylvia Villalba, educadora de la Asociación Claver de Sevilla; Lupita Zúñiga, franciscana misionera de María de la Delegación Diocesana de Nador y Pau Vidal, jesuita del Servicio Jesuita al Refugiado (JRS). Los tres coincidieron en la importancia que en su tarea tiene el cuidar y el sentirse cuidados, pues no se trata de una ayuda unidireccional sino que hay un “ida y vuelta” en la relación que se establece en el acompañar, servir y defender. Más en concreto Pau Vidal habló de hasta qué punto “en los que más íntimamente conocen el poder de la muerte encontramos la fe más tozuda en el poder de la vida y por consiguiente en el poder de Dios que es fuente de vida”.
Además de estas jornadas llenas de contenido, se realizaron actividades bien especiales organizadas por Migra Studium para que los participantes venidos de toda España pudieran visitar y conocer algunos lugares especialmente significativos. El día antes del inicio de la Asamblea, visitaron el santurario y casa natal de Pedro Claver en Verdú (Lleida) donde de la mano de los jesuitas Roger Torres y Alvar Sánchez, la vida del “esclavo de los negros” inspiró y renovó la entrega y el compromiso en el reconocimiento y la defensa de la dignidad de los desposeídos. Especialmente emotiva fue la visita para los miembros de la Asociación Claver de Sevilla, que llevan su nombre.
El encuentro acabó con una visita a la Barcelona ignaciana, acompañada por Alícia Guidonet responsable del proyecto Espacio interreligioso de la Fundación Migra Studium. Un recorrido siguiendo los pasos de san Ignacio en Barcelona, que siguen también inspirando a las personas y entidades movidas por su espiritualidad.