El pasado 8 de abril se presentó la exhortación apostólica post sinodal La alegría del amor (Amoris Laetitia) dedicada íntegramente a hablar sobre el amor en la familia.
Se trata de un texto que ha despertado mucho interés, especialmente para ver qué respuesta daba a los temas más polémicos debatidos durante los sínodos generales de la Iglesia de los años 2014 y 2015, y que ya habían sido consultados en todas las diócesis, a través de encuestas, introduciendo una nueva metodología en la preparación de los sínodos.
Para el jesuita y teólogo Jesús Renau, el Papa Francisco "ha dado una respuesta que va más allá del blanco y negro", ya que "sitúa el tema en el marco de la conciencia personal y del discernimiento". En el artículo publicado en el blog de Cristianisme i Justícia, Renau asegura que "estamos ante un escrito que, sin pretender ningún cambio sustancial en la formulación de los anteriores documentos pontificios sobre la doctrina de la Iglesia, supone un cambio importante en su aplicación".
Este cambio, viene marcado sobre todo por la valoración de la pastoral concreta en el marco de las diversas culturas y por la priorización de dimensiones espirituales tan fundamentales como el discernimiento y la conciencia. Esto se constata, según Renau, en varios elementos que configuran el texto de la exhortación, como en el mismo hecho de que se haya basado no sólo en las conversaciones y debates de los dos sínodos sobre la familia sino también en las encuestas que se repartieron por todo el mundo con preguntas y respuestas amplias y realistas. También es remarcable la valoración del amor de pareja en todas sus dimensiones y el acento en la importancia de todo lo referente a la justicia social y derechos humanos, ya que son dimensiones que tienen una gran incidencia en el bienestar de las familias.
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