Hace diez años que la Compañía de Jesús, a través de sus colegios, acerca la realidad del flujo migratorio a su alumnado de bachillerato. Lo hace con unas convivencias de siete días en Ceuta "para acercar, conocer y romper esquemas sobre la inmigración". La cuarentena de personas que ha participado este año acaba de regresar de la experiencia. Una semana que "pone rostro y nombre" a la realidad de la inmigración.
Saida Francia es profesora de tecnología en Bachillerato en el colegio Jesuïtes Casp. Acompaña a los alumnos desde los inicios de la experiencia y explica cómo esta iniciativa del departamento de Pastoral de la escuela, llegando a ser una actividad "que se sitúa al nivel de la formación social y humana".
Esta última semana 45 alumnos de 2º de Bachillerato de colegios de Jesuitas Caspe, del Clot, de Bellvitge, Lleida e incluso Alicante, acompañados de 6 monitores más algunos profesores han compartido estancia en Ceuta. "Por un lado tenemos charlas que preparan antiguos alumnos que ya han hecho la experiencia otros años sobre el hecho migratorio. Después nos acercamos a la valla de Benzú, en Ceuta, y hablamos con la policía".
Una mañana de convivencia con jóvenes inmigrantes que han conseguido saltar la valla es otro de los momentos de la experiencia. Otro día visitan Tetuán para conocer la asociación APISF que trabaja con niños de la calle.
Formar alumnado crítico
Lo que pretende, y consigue, la experiencia "es cambiar la mirada". Saida decía a los alumnos que ahora cada vez que vean una persona migrada, un vendedor del Top Manta o lean las noticias, "se lo mirarán diferente, se tendrá un punto crítico".
El viaje en Ceuta "rompe prejuicios, esquemas y hace que los alumnos se den cuenta de que los inmigrantes no hacen un viaje de placer, ni de turismo, sino que se juegan la vida para poder sobrevivir y llegar a Europa".
Los promotores de la iniciativa tienen claro que "no se va a Ceuta a encontrar soluciones", ya que la solución no es fácil, "pero que si se puede volver a Cataluña pensando que no se pondrán más barreras por nuestra parte ya será mucho".
Un flujo migratorio que va en aumento
La realidad en Ceuta es compleja y el flujo migratorio se ha ido incrementando. Saida, que hace diez años que acompaña grupos de alumnos, confirma el aumento de inmigración: "Los primeros años que íbamos el CETI de Ceuta no estaba lleno, ahora está sobre saturado, tal vez llega al 200% de ocupación".
Visita a la valla de Ceuta. Otro de los elementos que visitan los estudiantes y que ha acaparado muchas portadas en los medios de comunicación es la valla. Saida constata que lo que la valla "consigue es provocar más muertes, pero el flujo migratorio no lo detiene".
Fuente: Texto de Glòria Barrete publicado en Catalunya Religió