Desde Sudán del Sur nos llegan noticias de la marcha de los proyectos y actividades del JRS (JRS), en los que trabaja el jesuita catalán Pau Vidal como director nacional del JRS en este país.
Durante la primera mitad de este año, los proyectos de la entidad han crecido considerablemente, aunque lamentablemente la inseguridad sigue siendo muy presente. "Sigue siendo una triste realidad de parte de nuestro contexto, tanto del JRS como del resto de organizaciones. En Yambio, en junio unos cuarenta menores fueron raptados de noche por un grupo rebelde local y aún están en manos de este grupo armado. El 23 de julio, en Maban miembros de la comunidad local atacaron coordinadamente todas las sedes de las ONGs, forzando la evacuación de la mayoría de trabajadores humanitarios. Afortunadamente no tenemos que lamentar ninguna muerte, sólo algunos heridos leves durante el ataque. Pero el nivel de destrucción es muy grande y la mayoría de actividades están paradas esperando la investigación del gobierno de Sudán del Sur", nos relata Pablo Vidal. "Sin embargo, creemos que vale la pena seguir invirtiendo en el futuro de las personas afectadas por el conflicto", asegura.
La educación, prioridad para el JRS
Y es que el JRS va realizando importantes contribuciones para el desarrollo de las personas y las comunidades. Una de ellas, el programa de formación de profesores. El pasado mes de abril se celebró la primera graduación de este programa, bien importante para mejorar el sistema de educación primaria y que han completado 26 alumnos, entre ellos dos mujeres.
También se graduaron los alumnos de los cursos sobre habilidades básicas de asesoramiento psicológico, que les permitirá poder ayudar a sus vecinos y comunidades a gestionar mejor la adversidad.
Una de las prioridades del JRS es el apoyo a las chicas para que puedan ir a la escuela. A menudo se encuentran con obstáculos culturales y prácticos que les impiden seguir con su escolarización y muchas no pueden acabar ni la primaria. Becas que ayudan a cubrir el coste de la escolarización, programas de asesoramiento o la distribución de productos de higiene como jabón o compresas son algunas iniciativas que facilitan que las chicas puedan seguir yendo a la escuela.
Apoyo a las víctimas de violencia sexual y de género
Las chicas y las mujeres son también víctimas de violencia sexual y doméstica. Matrimonios infantiles, violencia doméstica y violaciones son por desgracia demasiado comunes. La protección de las víctimas es débil y los mecanismos para que los agresores sean llevados a los tribunales son todavía muy inadecuados. Durante este 2018 el JRS sigue trabajando con otras organizaciones en Maban (Save the Children, DRC y ACNUR) para ofrecer servicios y acompañamiento a las víctimas. Este año el JRS ya ha recibido cientos de peticiones para formar parte de los grupos de apoyo para víctimas de la violencia sexual y de género. Estos grupos se reúnen durante 8 semanas para compartir sus experiencias, hablar sobre relaciones saludables y apoyarse mutuamente. Son también un espacio de ayuda a gestionar las emociones, el estrés y la ansiedad.
Todas estas actividades son posibles gracias a la contribución de ACNUR, PRM y Misean Cara, así como las contribuciones bien generosas de varios miembros de la Red Jesuita Xavier (Irlanda, Alemania y Entreculturas a la cabeza) y una gran cantidad de colaboradores y benefactores de todo el mundo.
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