Este lunes 16 de octubre se ha celebrado el acto de inauguración de curso del centro de estudios Cristianismo y Justicia, con la participación de la teóloga brasileña María Clara Lucchetti Bingemer.
Bingemer, una de las pioneras entre las mujeres dedicadas a la teología, aseguró que en un mundo enfrentado a tantos problemas económicos, políticos y sociales, "la mujer puede ser una protagonista importante en procesos de cambio", tanto en la sociedad como la Iglesia.
La teóloga repasó la experiencia de colectivos de mujeres que han llevado a cabo importantes gestos de alcance político, como las mujeres de Calama, que el desierto de Atacama en Chile, luchan por recuperar los cuerpos y la memoria de sus compañeros o hijos asesinados por la dictadura de Pinochet, o las madres de la Plaza de Mayo, que a través de su activismo se han convertido en madres de todas las víctimas de la opresión en Argentina contemporánea.
La maternidad, según Bingermer, es lo que ha dado fuerza a todas estas mujeres para buscar la vida más allá de la muerte. La ponente también hizo notar como "la naturaleza las ayuda". La sequedad del desierto de Atacama permitió descubrir los cuerpos de algunos de los desaparecidos y también el agua fue aliada de muchas mujeres que buscaban a sus familiares, devolviendo los cuerpos que habían sido lanzados al mar. "La creación clama por la justicia", apuntó Bingemer, recordando la encíclica Laudato Si.
El testimonio de estos colectivos de mujeres muestra que es posible desde la esfera privada a la que durante siglos se ha limitado la presencia de la mujer, "pasar a la esfera pública y tener impacto transformador".
El papel transformador de la mujer en la Iglesia
En cuanto a la Iglesia, María Clara Luccheti Bingemer recordó que el cuerpo femenino ha sido fuente de la discriminación que la mujer sufre en una Iglesia que es todavía fuertemente patriarcal. El estigma de Eva y la consideración de la mujer como responsable de la entrada del pecado en el mundo sigue pesando sobre la mujer en la Iglesia y por ello se la ha mantenido alejada de la mediación directa con Dios, según la teóloga.
Pero la emergencia de las mujeres en espacios públicos y eclesiales, ha introducido una nueva manera de vivir la experiencia de Dios y reflexionar sobre ella. No se puede pensar hoy la teología sin tener en cuenta las aportaciones de las mujeres y, según la ponente "las mujeres están llamadas a reinventar, en el interior del Pueblo de Dios, una nueva manera de vivir el servicio y el misterio, de maneras diversas tal como ha existido hasta ahora".
La maternidad se convierte, de nuevo, elemento transformador, y "la transformación del mundo y de la Iglesia en femenino se dará por la capacidad constitutiva de la mujer de desear dar, entregar y ser vida para muchos", concluye la teóloga.
Con la elección de esta ponencia inaugural sobre la transformación del mundo y de la iglesia en femenino, Cristianismo y Justicia ha puesto el foco sobre un de las cuestiones que ya viene tratando en los últimos años, y que, durante este curso, ocupará varias de las propuestas del centro, como señaló Sonia Herrera, coordinadora del grupo de género, con seminarios sobre teología feminista, mujeres y espiritualidad o la cuestión de género.
El acto lo abrió el director del centro, Xavi Casanovas, que quiso hacer referencia a los terribles atentados terroristas que se habían producido el día anterior a Somalia. También hizo referencia al contexto social y político en nuestro país, con un llamamiento a crear espacios de encuentro para poder explicarnos, unos y otros, también dentro de la propia Iglesia: "tenemos que cuidarnos, los cristianos estamos llamados a ser personas sanadoras, que curan".
La programación para este curso de Cristianismo y Justicia, que ya ha comenzado, se puede consultar en la web www.cristianismeijusticia.net
Ver imágenes del acto aquí.
[video:https://youtu.be/NFm4L3voL8s]