La frontera sur española, y lo mismo podría decirse de toda la frontera sur europea, se ha convertido en un lugar especialmente vulnerable a los derechos humanos. Con el objetivo de acercarnos a la realidad de lo que allí está pasando, el martes 30 de junio, el jesuita Pep Buades del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) ofreció en la Fundación Migra Studium una interesante conferencia alrededor de tres preguntas esenciales: ¿Qué es la frontera sur? ¿Qué está sucediendo allí? ¿Cual está siendo la respuesta del SJM?
Para Pep Buades, la frontera sur española es una noción geográfica que engloba el norte de Marruecos, las ciudades de Ceuta y Melilla, la zona marítima del Estrecho, la zona marítima del Mediterraneo Oriental (Murcia, Alicante, Baleares) y la zona marítima de Canarias. Pero es sobre todo un punto clave en los flujos migratorios del sur hacia la UE de manera que en pocos quilómetros encontramos una concentración muy grande de personas: personas esperanzadas en cruzar aquellos pocos kilómetros que les separan de un sueño y muchas también que tienen como objetivo o bien impedirlo o bien evitar que se produzcan más víctimas.
Entre los que intentan atravesar esta estrecha franja: refugiados procedentes de Siria y que han llegado allí por todos los medios imaginables; emigrantes argelinos; también, si bien en menor medida, refugiados yemenitas y libios; mujeres argelinas y marroquíes casadas con sirios; refugiados argelinos y marroquíes que huyen de la persecución por motivos de orientación sexual o religión; y un gran contingente de personas subsaharianas provenientes de diferentes paises tanto de la órbita anglófona como de la francófona.
Se calcula que durante el primer trimestre del 2017 más de 4300 personas habían entrado por los diferentes puntos calientes de esta frontera sur con la idea de llegar a España ya sea para quedarse en ella o ya sea para continuar viaje hacía otros países de la UE. Todo este contingente de personas esconde realidades muy diversas. Quizás una de las más dramáticas sea la presencia de muchos menores no acompañados, los más vulnerables sin duda a la hora de sufrir todo tipo de situaciones de violencia y explotación.
Especialmente grave es la situación que se vive en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Pep Buades denunció como se habían multiplicado las quejas debido a los retrasos en los traslados a la península, produciéndose auténticas situaciones de desesperación.
Otro elemento importante y delicado es el papel que tienen los estados como Marruecos, convertidos en gendarmes de las fronteras externas de la UE, y que usan la frontera sur como un elemento de presión en sus relaciones internacionales. En lugares como Nador la situación se ha vuelto en algunos momentos insostenible.
Ante toda esta realidad, Pep Buades explicó el papel de la misión del SJM, una misión que ya lleva años (se inició en 2005) pero que se ha reforzado progresivamente con nuevos proyectos como el apoyo a la delegación de migraciones en Nador, o la reciente apertura de una oficina del SJM en Melilla o de un grupo de visitas al CIE de Tarifa. Toda esta tarea se realiza en red con otras congregaciones religiosas y entidades de la sociedad civil que trabajan sobre el terreno.
Este es precisamente uno de los elementos más importantes y que más destacó el ponente en relación a la tarea del SJM: la creación progresiva de una sociedad civil más articulada que permita hacer de la frontera sur, no el lugar opaco y de excepción que a veces quieren los estados sino un lugar con más garantía para los derechos humanos.
Lo que quedó claro de la charla, es que a pesar de la aparente “lejanía mental” de la frontera sur esta está más cerca de lo que pensamos, y que la manera como la gestionamos y la hacemos más humana o inhumana acaba por implicarnos a todos. Ya que “cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis" (Mt 25, 40b).
Fuente: Migra Studium