El pasado 2 de septiembre murió asesinada en Haití Isabel Sola, religiosa de Jesús-Maria que trabajaba entre los más pobres. La conocía bien el jesuita catalán Marcos Recolons, director de la red educativa Fe y Alegría en Haití, que fue rápidamente informado por sus compañeras que la misionera había sido víctima de un asalto, y que ha querido compartir esta emocionada carta "en la muerte de Isa".
La religiosa catalana, que vivia en Haití desde 2008 y que trabajó por la reconstrucción del país después del dramático terremoto de 2010, murió por los disparos de unos asaltantes en la capital Port-au-Prince. En estos momentos, nos cuenta Marcos Recolons, tenía un proyecto que le entusiasmaba: la construcción de una escuela en una zona donde se encuentran instaladas en condiciones precarias miles de familias, un barrio en el que Isa trabajaba a menudo como infermera y en el que quería instalar, además, un centro de asistencia sanitaria.
El jesuita destaca su "identificación y solidarida con el pueblo haitiano y especialmente con los más pobres y las víctimas del terremoto". Admiraba, dice Marcos Recolons, "su empuje para afrontar todas las dificultades, su capacidad organizativa, liderazgo, espiritualidad profunda...".
Aquí tenéis la carta de Marcos Recolons sobre la muerte de Isa Sola, publicada en el blog de Cristianisme i Justícia.