El jueves 21 de abril la Iglesia de Santa Maria del Pi de Barcelona acogió la celebración del 10 aniversario de la Plataforma d'Entitats Cristianes amb els Immigrants. Asistiero más de trescientas personas vinculadas a las cerca de veientena de entidades que forman la plataforma.
Esta red de entidades nació durante el curso 2005-2006, en el momento álgido del fenómeno migratorio en nuestro país, y cuando diversas organizaciones sociales de Iglesia llevaban ya un tiempo trabajando en este ámbito. Entonces se creyó necesario crear una plataforma que coordinase estos trabajos, pusiese en común la experiencia del día a día, ofreciese una voz común de denuncia, ayudase a sensibilizar dentro y fuera de la Iglesia… Forman parte de esta Plataforma cerca de treinta entidades, entre ellas Caritas, Justicia y Paz, Cristianisme i Justícia, la Fundació Migra Studium… y diversas delegaciones pastorales de la diócesis de Barcelona como las delegaciones de Pastoral Obrera y la de Pastoral Social.
El marco del encuentro era significativo, ya que fue la parroquia del Pi, entonces con el sacerdote Vidal i Aunós como rector, la que acogió el encierro de inmigrantes del año 2001. El director de Justícia i Pau, Eduard Ibáñez, abrió el evento con un repaso a la trayectoria de los diez años de la Plataforma. También intervino el delegado de pastoral social del Arzobispado de Barcelona, Josep M. Jubany y el teólogo Gaspar Mora. El encargado de conducir la oración fue el sacerdote y director del Secretariado Interdiocesano de Pastoral Obrera, Pepe Rodado y, finalmente, el acto concluyó con la intervención musical de los Coros Gospel Choir.
Durante estos 10 años la Plataforma ha sido un buen observatorio de la realidad migratoria en Barcelona, siempre desde el trabajo diario y directo que han realizado las entidades. Testimonios de las primeras luchas y cierre de inmigrantes en las parroquias, y también de aquellos temas más críticos en cada momento: menores, centros de internamiento de extranjeros, asentamientos urbanos, Frontera Sur, refugiados… Siempre con una perspectiva de largo plazo, conscientes de que la cohesión social no es cuestión de titulares o coyunturas mediáticas sino un trabajo diario y constante que se realiza cada día entre vecinos y vecinas, en la escalera, en la calle, en la parroquia o en las entidades.
10 años merecen una celebración, pero también representan la renovación de un compromiso: el de seguir construyendo hospitalidad y acogida en una sociedad siempre amenazada por la violencia, la xenofobia y la hostilidad.