El Jubileo extraordinario de la Misericordia, convocado por el papa Francisco prevé el nombramiento de Misioneros de la Misericordia que, en palabras del papa, “serán, sobre todo, signo vivo de cómo el Padre acoge cuantos están en busca de su perdón. Serán misioneros de la misericordia porque serán los artífices ante todos de un encuentro cargado de humanidad, fuente de liberación, rico de responsabilidad, para superar los obstáculos y retomar la vida nueva del Bautismo.”
Nacido en Barcelona en 1935, el P. Lluís Victori entró en la Compañía de Jesús en 1955. Es licenciado en Filosofía Eclesiástica y en Teología, y doctor en Ciencias Químicas. Ha sido profesor del IQS (Instituto Químico de Sarrià) desde 1961 hasta su jubilación en 2010. Su trayectoria fue reconocida por la Generalitat de Catalunya en 1998 con la Medalla Narcís Monturiol al mérito científico y en 2009 con el Premio Jaume Vicens Vives a la excelencia en la docencia universitaria.
Junto a esta labor como científico y docente ha desarrollado su actividad pastoral como sacerdote, durante casi 50 años como vicario en la parroquia de Sant Pere Octavià, en Sant Cugat del Vallès, y en los últimos 10 años también como párroco en la Parroquia Mare de Déu de Montserrat, de La Floresta, ambas de la diócesis de Terrassa.
Esta doble actividad científica y pastoral la explicaba el mismo en un acto en IQS, cuando recibía la Medalla de Oro de esta institución: “Mi inserción en el mundo universitario me había abierto las puertas a un diálogo profundo con un tipo de personas y a tender puentes entre la ciencia y la teología, que si no me hubiera movido de la parroquia, no se me habría abierto. Y de ahí viene que lo que parecía una antinomia docencia-pastoral se convertía en un conjunto armonioso y enriquecedor para ambas partes".
El P. Lluís Victori, nombrado a propuesta del obispo de Terrassa, realizará su servicio como Misionero de la Misericordia a disposición de los obispos de las diócesis catalanas. Participará junto al resto de Misioneros de la Misericordia en un encuentro con el papa Francisco el martes 9 de febrero y al día siguiente, en la Misa del Miércoles de Ceniza, durante la cual tendrá lugar el solemne acto de envío.