"No sólo la crisis no ha terminado sino que hay más personas que necesitan de atención básica y que no se vulneren sus derechos fundamentales". Así lo afirma Arrels-Sant Ignasi de Lleida, organización del sector social de la Compañía de Jesús que trabaja acompañando personas en situación de vulnerabilidad o exclusión social en la ciudad de Lleida y su entorno.
La entidad ha atendido este año 684 personas en situación de sin hogar, 24 más que el año anterior en la misma época. Además, ha aumentado la cifra de personas en situación de sin techo, 67 en 2015, y también la cifra global de personas atendidas. Son datos que ha presentado recientemente la directora de Arrels-Sant Ignasi, Natalia Méndez, con motivo de la Campaña de las Personas en situación de sin hogar.
Ante estos datos, Joan Suñol, jesuita y presidente de Arrels-Sant Ignasi insiste en la necesidad y la urgencia de encontrar soluciones efectivas al sinhogarismo en Lleida, recordando que las soluciones pasan por dar una respuesta digna a las personas sin hogar, adaptadas a las diversas necesidades y etapas que atraviesan. Esta respuesta requiere espacios residenciales que sean un hogar, donde las personas puedan iniciar sus procesos de recuperación y resocialización.
En este sentido, Suñol señala que el Consorcio formado por el Ayuntamiento de Lleida, Cáritas y Obispado, y Arrels-Sant Ignasi, debe dar una respuesta urgente a la necesidad de alojamiento-hogar acompañado, ya que hace demasiados años que se habla y todavía no se ha dado respuesta, recordando que es responsabilidad del Ayuntamiento que esto sea posible.
En primera persona
La campaña de las personas sin hogar se ha hecho este año con el lema "Porque es posible. Ninguna persona sin hogar. Que todo el mundo tenga un hogar es un compromiso común". En Lleida se han llevado a cabo diversos actos reivindicativos y de sensibilización, como la recreación de un programa de radio, en el que se entrevistaba varias personas que han vivido en esta situación y que contaban en primera persona su experiencia. Han resonado frases como "estar en la calle implica soledad", "se pasa muy mal, hasta el extremo de perder la confianza", "estar en la calle le puede pasar a cualquiera", "he vivido situaciones límite, he pasado hambre y frío"...
Arrels-Sant Ignasi destaca el valor de todas las personas en esta situación que se han quitado la máscara blanca de invisibilidad para ilustrar el sufrimiento que provoca la exclusión residencial y su gran fuerza, que con la ayuda de todos, les permite salir.
Má información: Web de Arrels-Sant Ignasi