El colegio Jesuïtes Sarrià-Sant Ignasi acoge una exposición dedicada al P. Francisco de Asís Padrosa y Pañella sj
"¿Cuánto te dura un lápiz? ¿Has pensado que cuanto más escribe más se gasta? Un lápiz nuevo tiene mucha vida por delante, un lápiz viejo ha dejado mucha vida atrás." El martes 29 de septiembre se ha inaugurado en colegio Jesuïtes Sarrià-Sant Ignasi una exposición dedicada al jesuita Francesc Padrosa, coincidiendo con el segundo aniversario de su muerte. Una de las aficiones del P. Francesc Padrosa sj era coleccionar lápices de todos los rincones del mundo. Con los años fue creciendo una colección muy curiosa, interesante, atractiva y de gran tamaño, más de 3.000 lápices provenientes de muchos países diferentes.
Como muestra de agradecimiento y reconocimiento a un jesuita que, en diversas escuelas, había dedicado toda su vida a acompañar a los jóvenes a hacerse personas, Jesuitas Sarrià-Sant Ignasi ha querido exponer su colección para que la puedan disfrutar alumnos, familias y educadores. El colegio acoge así el ofrecimiento de la comunidad de jesuitas de Sarrià, y ofrece un espacio estable para la colección. "Todo ello tenía un profundo sentido", explica el director de la escuela, Antoni Parellada, "¿qué lugar mejor para una colección de lápices que los pasillos de una escuela?"
En el acto de inauguración de la exposición, familia, compañeros y amigos del P. Padrosa recordaron su recorrido vital, desde sus vocaciones musical, científica, educativa y religiosa. Francesc d’Assís Padrosa i Pañella sj (1940-2013), desde su ingreso en la Compañía de Jesús en 1957, siempre hizo suya la misión de estar acompañando y dando a los demás con una discreción que le caracterizaba. Biólogo de convicción, amante apasionado de la naturaleza que, delante de un espíritu de observación minuciosa y detallada de todo lo que la rodeaba, la obligaba a analizar y estimar todo su alrededor con ojos de científico. Jesuita ejemplar, encarnando en su ser el espíritu ignaciano de en todo amar y servir, acompañando muchos procesos de personas que se le acercaban y él acogía. Riguroso en el trabajo y en el trato buscaba siempre provocar el crecimiento personal de los demás con el fin de impulsar su camino al Magis.
Maestro de personas, educador desde sus inicios, sirviendo siempre dentro de la Compañía en las escuelas, pasando por todo tipo de instituciones educativas; desde profesor y ayudante hasta responsabilidades directivas, sin dejar de ser cercano a todos. Toda una vida escrita en el mundo de la educación.