Propuestas ante la crisis de frontera en el Mediterráneo

El Mediterráneo está viviendo la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. ¿Es posible conciliar los derechos fundamentales de las personas que viven este éxodo con las exigencias de la política europea? Esta dramática situación necesita de una respuesta integral a corto, medio y largo plazo. En este sentido, el Sector Social de los jesuitas en España, y en especial el Servicio Jesuita a Migrantes nos gustaría aportar algunas propuestas constructivas en este proceso.

1.- Propuestas a corto plazo

1.1.- Devoluciones en caliente

Creemos que las devoluciones en caliente y el uso de la violencia son prácticas moralmente inaceptables y que ponen en riesgo la vida de las personas. Por esta razón sería conveniente que dejaran de realizarse, puesto que, además, contravienen la legalidad comunitaria.

1.2.- Protección en el tránsito

Instamos a que se invierta en recursos para garantizar la protección de las personas abandonadas muchas veces a su suerte en medio del mar Mediterráneo. En este sentido nos alegra la medida tomada por la UE de dotar de más recursos a FRONTEX para estas tareas de salvaguarda.

1.3.- Acceso a la solicitud de asilo

Aplaudimos la medida del Ministerio del Interior de crear de oficinas de asilo y protección internacional en los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla. De todos modos creemos que la misión de estas oficinas no darán todo su fruto si no va acompañadas de algunas medidas complementarias, imprescindibles para garantizar el acceso a protección internacional en la frontera:

Es preciso facilitar el acceso a la frontera de las personas con derecho a protección internacional. Actualmente, las fuerzas auxiliares marroquíes impiden el acceso a la frontera en cumplimiento de los acuerdos de cooperación policial con España. Es necesario un nuevo acuerdo o protocolo de actuación entre los gobiernos marroquí y español.

Los solicitantes de asilo y los inmigrantes no pueden estar mezclados en los CETI, ya que la situación y derechos de estos dos grupos de población son muy diferentes, y porque así lo contemplan las legislaciones española y europea. La creación de oficinas de asilo en los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla tiene que venir acompañada de un dispositivo de acogida de solicitantes de protección internacional según el modelo de los CAR, que funciona satisfactoriamente en la península.
Las peticiones de protección internacional en Ceuta y Melilla se enfrentan desde hace años a dos obstáculos disuasorios: la imposibilidad de pasar a la península mientras se sustancia el procedimiento, y los larguísimos plazos hasta que se resuelven las solicitudes. Este último punto sin embargo se está acelerando en muchos casos.

2.- Propuestas a medio plazo

2.1.- Medidas claras contra las redes de tráfico de personas y de prostitución.

Se hace necesaria una respuesta contundente y clara contra las redes de tráfico de personas. Por esta razón, nos congratulamos de la operación EUNAVFOR MED en el mediterráneo central meridional. Una operación encaminada a destruir los barcos de los traficantes, pero que no llega a la raíz del problema. Creemos que las medidas deben tomarse a través de acuerdos internacionales entre los gobiernos de los países en los que operan estas redes ilegales y que atentan gravemente contra la dignidad y los derechos básicos de las personas.

2.2.- Políticas de regularización

Nos parece interesante la campaña de regularización que hace pocos meses se ha realizado en Marruecos, y aplaudimos la que hace ya unos años se reiteró en varias ocasiones en España. Pensamos que una buena política de regularización ayuda sin duda a la integración y a la salvaguarda de derechos, así como a la construcción de tejido social.

2.3.- Campañas informativas

Sería muy interesante que en los puntos estratégicos de las rutas migratorias se pudiera distribuir la información necesaria para que las personas migrantes conocieran sus derechos en tránsito y las oficinas o lugares donde poder acudir en caso de necesidad.


3.- Propuestas a largo plazo

3.1.- Observatorios de derechos humanos en Frontera.

Pensamos que es muy importante que se promueva el emplazamiento de observadores internacionales de derechos humanos en las fronteras del sur de Europa (España, Italia, Malta, Grecia, Bulgaria), reconocidos por los Estados y con plena libertad de movimientos para poder elaborar relatos independientes sobre el terreno que hoy por hoy no existen en materia de situación de los derechos humanos en las fronteras.

3.2.- Velar por el seguimiento de las políticas migratorias

Es muy importante que se vele por el seguimiento de la política migratoria tanto en España como en Marruecos y otros países vecinos con acuerdos de cooperación migratoria con España y Europa, a fin de apoyar, tanto a través de actores públicos como de la sociedad civil, que dichas políticas se desarrollen en un marco de respeto a los derechos humanos.

3.3.- Protección de la vida en frontera

Se hace vital la defensa y apoyo de iniciativas encaminadas a establecer mecanismos que aseguren en las fronteras la protección de vidas humanas y mecanismos eficaces de protección, en especial para los refugiados y migrantes vulnerables.

3.4.- Acuerdos de cooperación y de readmisión

Sobre los acuerdos de readmisión y otros acuerdos de cooperación con terceros países, firmados por España, Marruecos o la UE, nos parece muy importante: (a) que se vigile que los acuerdos contengan efectivas garantías de los derechos humanos de los migrantes y refugiados; y (b) que se supervise la ejecución de estos acuerdos a fin de asegurar que se garantizan los derechos de las personas repatriadas.

3.5.- Reemplazar la legislación actual de la UE en materia de migración, refugio y asilo.

Defendemos la necesidad de reemplazar la legislación actual de la UE para permitir un “reparto de cargas” más eficaz y equitativo entre los Estados Miembros a la hora de hacer frente a las solicitudes de asilo y la supervisión de los derechos humanos en las fronteras.

3.6.- Ampliar el reasentamiento

Creemos que es esencial que se amplíen los reasentamientos de personas vulnerables con protección internacional en el Norte de África, así como en Mauritania y Senegal.

3.7.- ¿Y la cooperación internacional?

La gran mayoría de las personas que migran lo hacen forzadas por situaciones de conflictos, guerras, hambre o dificultades a la hora de salvaguardar sus derechos básicos. Pensamos que reforzar una política de cooperación y solidaridad con los países en mayor dificultad posibilitará que millones de personas no se vean forzadas a dejar sus tierras, en muchos casos viviendo auténticos calvarios personales y familiares.

3.8.- ¿Y la integración?

Por último, nos gustaría seguir animando a nuestros gobiernos para que no abandonen la otra cara de la moneda que se ve en la frontera, es decir, la convivencia social en nuestras sociedades plurales y multiculturales. Poniendo sólo la balanza en el control fronterizo, y no invirtiendo en hospitalidad, en integración, es dejar a la deriva a cientos de miles de personas en diferentes enclaves y barrios periféricos de nuestras ciudades. Creemos que una buena inversión en integración es invertir en el futuro de nuestras sociedades y de nuestro mundo.

Fuente: Jesuitas Social