Los centros Cristianisme i Justícia y entreParéntesis, que forman parte de los centros Fe-Cultura-Justicia de la Compañía de Jesús, presentan su reflexión de final de año, con las inquietudes y esperanzas que nos deja el año 2014
Como es habitual, el centro Cristianisme i Justícia cierra el año con una reflexión sobre los acontecimientos más significativos del 2014. En esta ocasión, la declaración se publica conjuntamente con el centro entreParéntesis, recién creado. Siguiendo las cuatro estaciones del año, la declaración aborda cuestiones eclesiales, económicas, políticas e internacionales. Como señales de alerta, el texto recuerda que la crisis ha golpeado las rentas más bajas y advierte de la amenaza que supone la desigualdad para la cohesión social. También constata algunos síntomas del agotamiento del modelo político construido en la transición democrática y denuncia el olvido de África, que nuevamente se pone de manifiesto a raíz de la epidemia de ébola, así como la incapacidad de Occidente ante la crisis abierta por el Estado Islámico. En cambio, se ven signos de esperanza en la etapa de renovación abierta por el papa Francisco en la Iglesia, la irrupción de iniciativas de economía social y cooperativismo o las propuestas de regeneración política procedentes de la sociedad civil. Ante todo esto, los autores del documento, citando al papa Francisco, apelan a la dignidad de la persona humana y al bien común, por encima de los que no quieren renunciar a sus privilegios.
Primavera eclesial: el Sínodo de Obispos visibiliza una nueva etapa
En cuanto a la Iglesia, el 2014 ha servido para confirmar que la elección del papa Francisco ha supuesto “la irrupción de un nuevo estilo, de un impulso renovado y de unos subrayados distintos”. Lo ha hecho visible el Sínodo de Obispos, celebrado el mes de octubre, que “ha subrayado la importancia de la misericordia frente al rigor de la ley” y “ha potenciado el diálogo abierto”. A pesar de ello, la declaración lamenta las resistencias que han existido y que “han impedido dar a la acogida y acompañamiento de nuevas situaciones familiares una carta de normalidad”. El texto también señala los momentos de cambio iniciados en la Iglesia española, con los relevos al frente de la Conferencia Episcopal Española, el Arzobispado de Madrid y próximamente en el Arzobispado de Barcelona.
Verano económico: crece la desigualdad social
Para los firmantes de la reflexión, en lo que se refiere a la situación económica seguimos “achicharrados, quemados o requemados y es especialmente preocupante la “intensa y creciente desigualdad que amenaza seriamente la cohesión social”. Mientras los indicadores de recuperación “son aún dudosos”, la declaración quiere poner el acento en los criterios y valores que han de servir para superar la crisis, ya que consideran que no se puede combatir la exclusión social si no nos orientamos a un modelo de desarrollo integral y solidario. Y en este contexto, el año 2014 queda, además, marcado por la explosión de muy diversos casos de corrupción, agravados por la convicción de que “no se trata de casos aislados, si no de auténticos entramados institucionales”. Como aspectos positivos y esperanzadores, el texto se refiere al tejido ciudadano de la sociedad civil, que está actuando como colchón protector ante la crisis, así como las alternativas económicas que se expresan en la economía social y el cooperativismo.
Otoño político-institucional: el agotamiento de un modelo
En el terreno de la política estatal, la reflexión constata los síntomas de agotamiento del modelo construido en la transición democrática y ve en la llamada “cuestión catalana” la crisis del modelo autonómico como marco de ordenación territorial del Estado. Lamenta también la “gravísima falta de fluidez en las relaciones institucionales entre el gobierno central y la Generalitat de Catalunya”.
Invierno internacional: el olvido sistemático de África
Dentro del amplio panorama internacional, la declaración apunta algunas cuestiones especialmente relevantes. Sobre la crisis abierta a raíz de la proclamación del Estado Islámico y las violaciones de los derechos humanos que está perpetrando, considera que la respuesta internacional no ha sido siempre coherente ni bien articulada, y muestra la incapacidad de Occidente de entablar un diálogo con el fundamentalismo yihadista radicalizado. En relación a la epidemia de ébola, el texto quiere poner de relieve que esta enfermedad “habla del olvido sistemático de África y de nuestras miradas interesadas a la realidad”, ya que “sólo nos preocupa África desde lo que resulta problemático para nosotros y parece amenazar nuestra seguridad”.
Descargar la reflexión:
“No podrán detener la primavera” (castellano)
“No podran aturar la primavera” (català)
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